Etim. Latín, de famulus, un
siervo, uno que cuida y atiende.
Papa cita a las familias del mundo en
México, 16-18 de Enero, 2009
Familia:
Los miembros
que componen un hogar; un grupo de personas relacionadas entre sí a través del matrimonio o por
consanguinidad y que, típicamente, incluye un padre, una madre y los hijos. La familia es
una sociedad natural cuyo derecho a existir y a apoyarse mutuamente es de ley divina y no
una concesión del estado. De acuerdo al Concilio Vaticano Segundo, "la familia es la
fundación de la sociedad" (La Iglesia en el Mundo Moderno, II, 52). Además de la
familia natural, la Iglesia también reconoce a la familia sobrenatural de la diócesis y
de las comunidades religiosas, cuyos miembros deberán de cooperar para la edificación
del Cuerpo de Cristo. (Decreto sobre la Oficina Pastoral de los Obispos, 34 y la Constitución
Dogmática de la Iglesia, 43).
Matrimonio cristiano:
"Matrimonio cristiano: Aquella unión de los
cristianos, llamada por el Apóstol sacramento
grande en Cristo y en la Iglesia, reclama también toda
nuestra solicitud, por parte de todos, para impedir que, por
ideas poco exactas, se diga o se intente algo
contra la santidad, o contra la
indisolubilidad del vínculo conyugal." -Papa
Gregorio XVI el 15-08-1832,
(Carta encíclica Mirari Vos
# 8º).
LA FIDELIDAD CONYUGAL
Juan Pablo II
Las dificultades conyugales pueden ser de diferente tipo,
pero todas desembocan al final en un problema de amor. ¿por qué
es necesario amar siempre al otro, incluso cuando tantos motivos
aparentemente justificantes, inducirían a dejarlo?.
Se pueden dar muchas respuestas, entre las que tienen sin duda
mucha fuerza el bien de los hijos y el bien de toda la sociedad
pero la respuesta más radical pasa ante todo a través del
reconocimiento de la objetividad del hecho de ser cónyuges,
vista como don recíproco, hecho posible y avalado por el mismo
Dios.
Por ello, la razón última del deber de amor fiel es la que
fundamenta la Alianza divina con el hombre: ¡Dios es fiel! Por
tanto, para que el propio cónyuge sea feliz de corazón, incluso
en los casos más duros, hay que recurrir a Dios, con la certeza
de recibir su ayuda.
-a la Rota de Roma,
(30-I-03)
El futuro del mundo y
de la Iglesia pasa por la familia
"Sólo la roca del
amor total e irrevocable entre el hombre y la mujer es capaz de
fundamentar la construcción de una sociedad que se convierta en
una casa para todos los hombres"
Benedicto XVI
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Juan Pablo II sobre la familia
El Redentor del
mundo quiso elegir la familia como lugar donde nacer y crecer,
santificando así esta institución fundamental de toda sociedad.
El tiempo que pasó en Nazaret, el más largo de su existencia, se halla
envuelto por una gran reserva: los evangelistas nos transmiten pocas
noticias. Pero si deseamos comprender más profundamente la vida y la
misión de Jesús, debemos acercarnos al misterio de la Sagrada Familia de Nazaret para observar y escuchar. La liturgia de hoy nos ofrece una
oportunidad providencial.
La humilde morada de Nazaret es para todo
creyente y, especialmente para las familias cristianas, una auténtica
escuela del Evangelio. En ella admiramos la realización del proyecto
divino de hacer de la familia una comunidad íntima de vida y amor;
en ella aprendemos que cada hogar cristiano está llamado a ser una
pequeña iglesia doméstica, donde deben resplandecer las virtudes
evangélicas. Recogimiento y oración, comprensión y respeto mutuos,
disciplina personal y ascesis comunitaria, espíritu de sacrificio,
trabajo y solidaridad son rasgos típicos que hacen de la familia de
Nazaret un modelo para todos nuestros hogares.
2. Quise poner de
relieve estos valores en la exhortación apostólica
Familiaris consortio,
cuyo vigésimo aniversario se celebra precisamente este año.
El futuro de la humanidad pasa a través de la
familia que, en nuestro
tiempo, ha sido marcada, más que cualquier otra institución, por las
profundas y rápidas transformaciones de la cultura y la sociedad. Pero
la Iglesia jamás ha dejado de "hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a
todo aquel que, conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia,
trata de vivirlo fielmente; a todo aquel que, en medio de la
incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad; y a todo aquel que se
ve injustamente impedido para vivir con libertad el propio proyecto
familiar" (Familiaris consortio, 1). Es consciente de esta
responsabilidad suya y también hoy quiere seguir "ofreciendo su servicio
a todo hombre preocupado por el destino del matrimonio y de la familia"
(ib.).
3. Para cumplir esta urgente misión, la Iglesia cuenta de modo especial
con el testimonio y la aportación de las familias cristianas. Más aún,
frente a los peligros y a las dificultades que afronta la institución
familiar, invita a un suplemento de audacia espiritual y apostólica,
convencida de que las familias están llamadas a ser "signo de unidad
para el mundo" y a testimoniar "el reino y la paz de Cristo, hacia el
cual el mundo entero está en camino" (ib., 48).
Que Jesús, María y José bendigan y protejan
a todas las familias del mundo, para que en ellas reinen la serenidad y
la alegría, la justicia y la paz que Cristo al nacer trajo como don
a la humanidad.
-Juan Pablo II, 30 XII 2002.
REZAR EN FAMILIA
"… Nos queremos pensar y
deseamos vivamente que cuando un encuentro familiar se convierta en
tiempo de oración,
el Rosario sea su expresión
frecuente y preferida. Sabemos muy bien que las nuevas condiciones de
vida de los hombres no favorecen hoy momentos de reunión
familiar en ocasión
para orar. Difícil,
sin duda. Pero es también
una característica
del obrar cristiano no rendirse a los condicionamientos ambientales,
sino superarlo; no sucumbir ante ellos, sino hacerles frente. Por eso
las familias que quieren vivir plenamente la vocación
y la espiritualidad propia de la familia cristiana, deben desplegar
toda clase de energía
para marginar las fuerzas que obstaculizan el encuentro familiar y la
oración
en común".
-Pablo VI “Marialis Cultus”, # 54.
“ Muchos Problemas de las familias contemporaneas,
especialmente en las sociedades económicamente más desarrolladas,
derivan de una creciente dificultad comunicarse. No se consigue estar
juntos y a veces los raros momentos de reunión quedan absorbidos por
las imágenes de un televisor. Volver a rezar el Rosario en familia
significa introducir en la vida cotidiana otras imágenes muy
distintas, las del misterio que salva: la imagen del Redentor, la
inagen de su Madre santísima. La familia que reza unida el rosario
reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el
centro, se comparte con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos
las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la
fuerza para el camino” -JPII; Carta Apostólica
ROSARIUM VIRGINIS MARIA, # 41.