SAN
TORIBIO ALFONSO DE MOGROVEJO
Arzobispo de Lima, Perú
"Santo Padre de América"
1606 P.C.
Fiesta: 23 marzo
Nació en España hacia el
1538, y estudió derecho en Salamanca. Nombrado obispo de Lima el año
1580, marchó a América. Lleno de celo apostólico, reunió numerosos
sínodos y concilios que promovieron con mucho fruto la vida
religiosa de todo el virreinato. Defendió con valentía los derechos
de la Iglesia, con gran dedicación a su grey y preocupación, sobre
todo, por la población autóctona. Murió el año 1606.
Ver también:
Arzobispado
de Lima
Libro sobre Santo Toribio: "Crisol de Lazos Solidarios", por José Antonio Benito Rodríguez.
Estudió leyes y, siendo profesor de derecho en la
Universidad de Salamanca, el rey Felipe II lo nombró juez principal de
la Inquisición, en Granada . Era cosa extraordinaria que un laico
ocupase ese puesto. (Hay que saber que no todos los inquisidores eran
injustos como se quiere hacer ver hoy día. Aquí tenemos el ejemplo de
un inquisidor santo).
Algunos años después, la
sede arzobispal de Lima quedó vacante. Toribio elegido en 1580 aun sin
ser sacerdote. Fue ordenado sacerdote
y obispo justo antes de ser enviado a Lima. Llegó en
1581. Allí comprendió lo ardua que era la misión que se le
encomendaba su diócesis tenía unos 700km de costa y se adentraba hasta
los Andes. Las comunicaciones eran muy malas. Pero el mas grave
problema eran las actitudes de los hombres que venían a América para
hacer fortuna. Trataban a los indios abusivamente como esclavos y
daban a estos un desastroso ejemplo de cristianismo. Por otra parte el
Consejo de las Indias, encargado de hacer justicia, estaba lejos en
España y no sabía a quien creer.
El primer cuidado del
nuevo arzobispo fue restaurar la disciplina de la vida eclesiástica
que se había perdido. Se mostró inflexible con los escándalos del
clero, castigando la injusticia el vicio sin distinción de personas.
Empleaba su autoridad para propagar el evangelio y defender a los pobres de la opresión. Esto
le ganó muchos enemigos y fue perseguido. Las autoridades
obstaculizaban lo mas posible su trabajo. Pero su perseverancia
dio mucho fruto. Reunió numerosos sínodos y concilios que promovieron
con mucho fruto la vida religiosa de todo el virreinato.
A los que trataban de
justificar su abusos con una torcida interpretación de la ley divina,
el santo les respondía con las palabras de Tertuliano: "Cristo dijo:
Yo soy la verdad. No dijo: Yo soy la costumbre". San Toribio no
solo hablaba dedicaba toda su energía al servicio del pueblo de Dios.
Lo hacía con gran caridad. Fundó numerosas iglesias, monasterios y
hospitales. En 1591, fundó en Lima el primer seminario del Nuevo
Mundo.
Siguió estudiando los dialectos indígenas hasta edad
avanzada para poder hablar con ellos. A veces pasaba dos o tres días
evangelizando en lugares que no le podían ofrecer ni una cama ni
comida suficiente. Visitó así toda su extensa diócesis. Cuando alguien
trataba de disuadirle alegando las dificultades del transporte y el
peligro de bandoleros, Santo Toribio respondía que Cristo no había
tenido miedo de hacerse hombre para salvarnos.
Aun cuando se hallaba de
viaje celebraba la misa con gran fervor y se confesaba diariamente con
su capellán.
Entre los miles que Santo
Toribio confirmó se encuentran
Santa Rosa de
Lima,
San Martín de Porres
y el
beato Juan Macías.
A partir del 1590 contó
con el apoyo del franciscano San Francisco Solano, otro gran misionero
y defensor de los indígenas y los pobres.
A los 68 años Toribio cayó
enfermo en Pacasmayo, muy al norte de Lima. Llegó después
enfermo a la ciudad llamada Santa. Hizo su testamento por el que dejo
a sus empleados sus efectos personales y a los pobres el resto de sus
propiedades. Después pidió que lo llevasen a la Iglesia para recibir
el Viático y la Unción de los Enfermos.
Murió el 23 de marzo de
1606 mientras los presente entonaban el salmo: "Mi corazón se llenó de
gozo cuando me dijeron que iremos a la casa del Señor".
Fue canonizado el 23 de
marzo de 1606,
55 años después de Santa Rosa.
San
Toribio y Santa Rosa son los primeros santos del Nuevo Mundo.