SAN PEDRO
El
Príncipe de Los Apóstoles,
Primer Papa
Ver
también:
Fiesta de San Pedro y San Pablo, 29 de Junio
Cátedra de
Pedro, 22 de febrero
Apóstoles
Lista de todos los Papas
San Pedro Apóstol -- Pedro es mencionado
frecuentemente en el Nuevo Testamento -- en los Evangelios, en los Hechos de los
Apóstoles, y en las Epístolas de San Pablo. Su nombre aparece 182 veces.
Lo único que sabemos de su vida antes de su
conversión es que nació en Betsaida, junto
al lago de Tiberíades y se trasladó a Cafarnaum, donde junto con Juan y
Santiago, los hijos del Zebedeo, se dedicaba a la pesca. Existe evidencia para suponer
que Andrés (el hermano de Pedro) y posiblemente Pedro fueron seguidores de Juan el
Bautista, y por lo tanto se habrían preparado para recibir al Mesías en sus
corazones.
Imaginamos a Pedro como un hombre astuto y sencillo, de gran poder para el bien, pero a
veces afligido un carácter abrupto y tempestivo que habría de ser transformado por Cristo
a través del sufrimiento.
Nuestro primer encuentro con Pedro es a principios del ministerio de
Jesús. Mientras Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea, vio a dos hermanos,
Simón Pedro y Andrés, echar la red al agua. Y los llamó diciendo: << Síganme, y
yo los haré pescadores de hombres.>> (Mateo 4,19). Inmediatamente abandonaron sus
redes y lo siguieron. Un poco después, aprendemos que visitaron la casa en la que estaba
la suegra de Pedro, sufriendo de una fiebre la cual fue curada por Jesús. Esta fue la
primera curación atestiguada por Pedro, quien presenciará muchos milagros más durante
los tres años de ministerio de Jesús, siempre escuchando, observando,
preguntando, aprendiendo.
Profesión de fe y primado de Pedro:
Cristo resucitado es el fundamento de la Iglesia: "porque nadie puede poner
otro fundamento que el que está ya puesto, que es Jesucristo" -1 Cor
3,10. Sin embargo, el mismo Jesús quiso que su Iglesia tuviese un fundamento
visible que serán Pedro y sus sucesores. Jesús presenta la vocación singular de
Pedro en la imagen de roca firme. Pedro= Petros= Quefá= Piedra=
Roca. Es el primero que Jesús llama y lo nombra roca sobre la cual construirá su
Iglesia. Pedro es el primer Papa ya que recibió la suprema potestad pontificia
del mismo Jesucristo. El ministerio Petrino asegura los cimientos que garantizan
la indefectibilidad de la Iglesia en el tiempo y en las tormentas. La barca del
pescador de Galilea es ahora la Iglesia de Cristo. Los peces son ahora los
hombres.
Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo , hizo esta pregunta a sus
discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Ellos
dijeron: "Unos, que Juan el Bautista, otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno
de los profetas." Díceles el: "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?"
Simón Pedro contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" Replicando Jesús
dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la
carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú
eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos y lo que
ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos. -Mateo 16: 13-20.
Dar las llaves significa entregar la autoridad sobre la Iglesia
con el poder de gobernar, de permitir y prohibir. Pero no se trata de un
gobierno como los del mundo sino en función de servicio por amor: "el mayor
entre vosotros sea el último de todos y el servidor de todos" (Mt 23,11).
Recordemos algunos de los episodios Bíblicos en los que aparece Pedro.
Después del milagro de la multiplicación de los panes,
Jesús se retiró a la soledad de un cerro a orar, mientras sus discípulos cruzaban en una
barca el lago de Galilea. De improviso vieron a Jesús caminando sobre el agua y según
San Mateo Jesús les dijo: <<¡Soy yo, no temáis!>>. Pedro respondió:
<<Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.>> Entonces
Pedro empezó a caminar confiadamente pero al notar la fuerza del viento titubeó y
comenzó a hundirse. Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: <<¡Que poca
fe! ¿Por qué dudaste?>> (Mateo 14, 22-31)
Pedro siempre figura entre los tres mas allegados a
Jesús. Fue elegido con Santiago y
Juan, para subir al monte Tabor donde ocurrió la Transfiguración. Aquí
contempló la Gloria del Señor y escuchó la proclamación de Dios: <<Este es mi
Hijo amado, en quien me complazco, escuchadle.>> (Mateo 17, 1-5)
Después bajaron a Jerusalén donde Jesús comenzó a preparar a sus discípulos para el
fin de su ministerio en la tierra. Pedro llevó a Jesús aparte y comenzó a
reprenderlo porque no quería aceptar un fin tan terrible como la cruz.
Al estar todos reunidos
en la Última Cena, Pedro declaró su lealtad
y devoción con estas palabras: <<Aunque todos pierdan su confianza, yo no.>>
E insistió: <<Me quedaré contigo aunque tenga que dar la vida.>>.
Con inmensa tristeza Jesús le contestó: <<Te aseguro que esta misma noche,
antes que cante el gallo por segunda vez, me negarás tres veces.>> Al desenvolverse
esta trágica noche se realizó esta profecía. Cuando los soldados llevaron a Jesús a los
judíos, Pedro se quedó en el patio y tres veces lo acusaron de ser discípulo de Jesús.
El lo negó las tres veces. En aquel mismo momento, cantó el gallo por segunda vez y
Pedro empezó a llorar.
Pedro es un pecador arrepentido. Cristo lo perdona y confirma su
elección. Pregunta a Pedro: "¿Me amas
más que éstos?" (Jn 21,15). Pedro afirma tres veces su amor. Jesús
entonces le dice "Apacienta mis ovejas". Signo de su misión como pastor
universal de la Iglesia. Su ministerio se sostendrá gracias al poder de Cristo,
quien ora por el. "He rogado por
ti para que tu fe no desfallezca. Cuando te conviertas, confirma a tus
hermanos" (Lc 22,32). Es Cristo el Buen Pastor quien confiere su poder de perdonar,
consagrar, enseñar y dar testimonio.
Pedro ejerció su primacía entre los Apóstoles
con entereza y valor. El fue << La Piedra>> en la que la Iglesia fue fundada.
Su capacidad de conversión quizás sea lo que hace su historia ejemplar para nosotros
pecadores. Pedro cayó muy bajo en la noche que negó al Señor. Después se arrepintió y
ascendió hasta llegar a obispo de Roma, mártir, y <<guardián de las llaves del
reino de los cielos.>>.
Lo vemos a la cabeza de los Apóstoles. Fue Pedro quien tomó la
iniciativa de elegir uno que tomara el lugar de Judas
y quien realizó el primer milagro. Un mendigo le pidió limosna. Pedro le dijo
que no tenía dinero, pero en el nombre de Jesús Nazareno le mandó levantarse y andar.
El mendigo, curado de su mal hizo lo que le mandó Pedro.
La esparción del cristianismo atrajo persecuciones en las que fue martirizado San
Esteban y muchos de los convertidos se esparcieron o escondieron. Los Apóstoles
permanecieron firmes en Jerusalén donde los líderes judíos eran sus peores perseguidores.
Pedro decidió predicar en las aldeas circundantes y cada vez mas lejos. En Samaria donde
predicó y realizó milagros, Simón, un mago, le ofreció dinero para que le enseñara el
secreto de sus poderes. Pedro lo reprendió fuertemente y le dijo: << Quédate
con
tu dinero, que te pudras con él, porque has pensado que los dones de Dios se pueden
comprar.>>
Por su sinceridad, Pedro inevitablemente tuvo muchos conflictos con las autoridades
judías, hasta dos veces los jefes de los sacerdotes lo mandaron arrestar. Nos dice la
Escritura que fue milagrosamente desencadenado y librado de la prisión e impresionó a
los demás Apóstoles al llegar repentinamente donde ellos moraban. Pedro después
predicó en los puertos marítimos de Joppa y Lydda, donde conoció hombres de diferentes
razas y en Cesarea donde se convirtió el primer gentil, Cornelio.
Fue obispo de Antioquía
y después pasó a ser obispo de Roma
donde fue martirizado durante el reinado de Nerón alrededor del año 67, el mismo año
que San Pablo. Así lo estiman tres Padres de la Iglesia: San Ireneo, San Clemente de
Alejandría y Tertuliano. Fue sepultado en lo que hoy es el Vaticano donde aun se
encuentran su restos bajo el altar mayor de la basílica de San Pedro. Esto ha sido
comprobado en los encuentros arqueológicos y anunciado por Pío XII al concluir el año
santo de 1950.
Martirio de San Pedro
San Pedro murió
crucificado. El no se consideraba digno
de morir en la forma de su Señor y por eso lo crucificaron con la cabeza hacia abajo. El
lugar exacto de su crucifixión fue guardado por la tradición. Muy cerca del circo de
Nerón, los cristianos enterraron a San Pedro.
Las palabras de Jesús se cumplen
textualmente.
"Y yo a mi vez te digo que tú eres
Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella".
Mateo 16:18
Hay testimonios arqueológicos de la necrópolis con la tumba de
San Pedro, directamente bajo el altar mayor. Esta ha sido venerada desde el siglo
II. Un edículo de 160 d.C. en el cual puede leerse en griego "Pedro
está aquí".
Ver
Vaticano y la Basílica de San Pedro construida sobre la tumba del santo
Se han encontrado muchos escritos en las catacumbas que unen los nombres de San
Pedro y San Pablo, mostrando que la devoción popular a estos grandes Apóstoles
comenzó en los primeros siglos. Pinturas muy antiguas nos describen a San Pedro como un
hombre de poca estatura, energético, pelo crespo y barba. En el arte sus emblemas
tradicionales son un barco, llaves y un gallo.
Hoy el Papa continúa el ministerio petrino como pastor universal de la
Iglesia de Cristo. Al conocer los orígenes, debemos renovar nuestra fidelidad al Papa
como sucesor de Pedro.
Los únicos escritos que poseemos de San Pedro son sus dos Epístolas
en el Nuevo Testamento. Pensamos que ambas fueron dirigidas a los convertidos de Asia
Menor. La Primera Epístola esta llena de admoniciones hacia la caridad, disponibilidad y
humildad, y en general de los deberes en la vida de los cristianos. Al concluir, Pedro
manda saludos de parte <<de la iglesia situada en Babilonia>>. Esto prueba que
la Epístola fue escrita desde Roma, que en esos tiempos los judíos la llamaban
"Babilonia". La Segunda Epístola trata de las falsas doctrinas, habla de la
segunda venida del Señor y concluye con una bella doxología, <<pero creced en la
gracia y sabiduría de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. A Él sea la gloria, ahora y
por siempre.>>