Santa Francisca Romana
Viuda y religiosa
Fiesta: 9 de marzo
1384 - 1440.
Ver
también:
La
paciencia y caridad de santa Francisca
Patrona de los conductores. En la iconografía se la presenta en hábito
negro, velo blanco, con una cesta de comida en la mano y acompañada
por su ángel custodio.
Nació
en Roma el año 1384. Se casó muy joven (1396) con
Lorenzo de Ponziani de quien tuvo tres
hijos. En sus 40
años de matrimonio dio ejemplo de esposa fiel y devoción a sus responsabilidades
domésticas. Soportó muchas pruebas severas, entre ellas la muerte de
sus hijos y la confiscación de sus tierras.
En la dura época que le tocó vivir repartió sus
bienes entre los pobres, atendió a los enfermos y desempeñó una
admirable actividad con los necesitados, destacando, sobre todo, por
su humildad y paciencia.
Instituyó en el 1425
la Congregación de Oblatas de Tor de`Specci,
bajo la regla de san Benito. Ella entró
Murió el año 1440
La
biografía de Santa Francisca fue escrita por el Padre John Matteotti,
su confesor por los últimos 10 años de su vida. Contiene visiones y
revelaciones sobre su ángel guardián a quien ella tenía gran devoción
y podía ver desde pequeña caminar a su lado y guiarla.
Fue
canonizada en 1608.
Su cuerpo se mantuvo incorrupto meses después de su
muerte.
Francisca
y su
Compañía Angélica
Las Actas de Canonización de Santa
Francisca Romana,
año 1606.
Cuando pequeña, santa Francisca tuvo la fortuna de ver a su
ángel de la guarda, que
velaba por ella día y noche. Jamás la dejó un solo instante, y en
ocasiones, como favor especial, le permitía ver el esplendor de su
figura.
Ella lo describe así: "Era de una belleza increíble, con un cutis más
blanco que la nieve y un rubor que superaba el arrebol de las rosas.
Sus ojos, siempre abiertos tornados hacia el cielo, el largo cabello
ensortijado tenía el color del oro bruñido. Su túnica llegaba al suelo
y era de un blanco algo azulado y, otras veces, con destellos rojizos.
Era tal la irradiación luminosa que emanaba de su rostro, que podía
leer maitines en plena media noche".
En una ocasión, el escéptico padre de Francisca la requirió el honor
de ser presentado a esta criatura "imaginaria". Dicho y hecho. Ella
tomó al ángel de la mano, y uniéndola a la de su padre, los presentó,
pudiendo el último verlo y así no volver a dudar.
Santa Francisca Romana vivió entre 1384 y 1440. Unos meses después de
su muerte, durante la apertura de su tumba en Roma, se descubrió que
su hermoso cuerpo había permanecido incorrupto, y que exhalaba,
además, un perfume que resultaba conocido a aquellos que habían
tratado con ella.