ANGELUS
"COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA"
S.S. Benedicto XVI
Julio 3, 2005
www.vatican.va
Hace algunos días tuve la alegría de presentar el
Compendio del Catecismo de la Iglesia católica.
Desde hacía varios años se sentía la necesidad de un
catecismo breve, que resumiera de manera sencilla
pero completa todos los elementos esenciales de la
doctrina católica. La Providencia divina ha querido
que este proyecto se realizara el mismo día que se
introdujo la causa de beatificación del amado Juan
Pablo II, que le dio un impulso decisivo. Queridos
hermanos y hermanas, a la vez que doy gracias al
Señor por ello, quisiera poner de relieve, una vez
más, la importancia de este útil y práctico
instrumento para el anuncio de Cristo y de su
evangelio de salvación.
En el Compendio, en un diálogo ideal entre el
maestro y el discípulo, se sintetiza la más amplia
exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina
católica contenida en el Catecismo publicado por mi
venerado predecesor en 1992. El Compendio recoge las
cuatro partes, bien trabadas entre sí, permitiendo
captar la extraordinaria unidad del misterio de
Dios, de su designio salvífico para toda la
humanidad y de la centralidad de Jesús, el Hijo
unigénito de Dios hecho hombre en el seno de la
Virgen María, muerto y resucitado por nosotros.
Cristo, presente y operante en su Iglesia, de modo
especial en los sacramentos, es el manantial de
nuestra fe, el modelo de todo creyente y el Maestro
de nuestra oración.
Queridos hermanos y hermanas, ¡cuán necesario es, al
inicio de este tercer milenio, que toda la comunidad
cristiana proclame, enseñe y testimonie íntegramente
las verdades de la fe, de la doctrina y de la moral
católica de manera unánime y concorde! Quiera Dios
que también el Compendio del Catecismo de la Iglesia
católica contribuya a la deseada renovación de la
catequesis y de la evangelización, para que todos
los cristianos -muchachos, jóvenes y adultos,
familias y comunidades-, dóciles a la acción del
Espíritu Santo, sean en todos los ambientes
catequistas y evangelizadores, ayudando a los demás
a encontrarse con Cristo. Lo pedimos con confianza a
la Virgen Madre de Dios, Estrella de la
evangelización.
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Después del Ángelus
El próximo miércoles, 6 de julio, se inaugurará en
Gleneagles (Escocia) el G-8, es decir, la cumbre de
los jefes de Estado y de Gobierno de los países más
industrializados del mundo, que tendrá entre sus
prioridades a África, un continente a menudo
descuidado. Deseo de corazón pleno éxito a esa
importante reunión, esperando que impulse a
compartir de modo solidario los costes de la
reducción de la deuda, a aplicar medidas concretas
para erradicar la pobreza y a promover un auténtico
desarrollo de África.
Dirijo un saludo especial a los jóvenes de las
diócesis italianas que han subido al monte Adamello
para venerar la cruz erigida en la cima "Juan Pablo
II". Con la mirada dirigida ya a la próxima Jornada
mundial de la juventud, me uno a vosotros, queridos
amigos, reunidos en tierra de Trento, al pie del
Adamello, para la santa misa celebrada por monseñor
Angelo Comastri, mi vicario general para la Ciudad
del Vaticano. Sed siempre, para vuestros coetáneos,
testigos fieles del amor misericordioso de Cristo,
que redimió al mundo con el sacrificio de la cruz.
(En castellano)
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua
española que han participado en la oración mariana
del Ángelus. Llevad a vuestros hogares y comunidades
el afecto del Papa, que os bendice de todo corazón.
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