Nuestro Padre sabe lo que es mejor -Le pedí riquezas para
disfrutar la vida, y me dio vida para
disfrutar Su presencia en la pobreza. Dios no me concedió nada tal como lo pedí. Prefirió regalarme dones muy superiores, aquellos que realmente satisfacen al alma. Lo que, sin saberlo, buscaba encontrar en cosas de la tierra, Dios me las concedió en sus dones celestiales. ¡Gracias Señor! |
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de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y
María.
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