Todo por el
Corazón de Jesús a través del Corazón de María! |
CONSAGRACIÓN DEL MATRIMONIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
Madre Adela Galindo,
Fundadora SCTJM
"Oh, Corazón Inmaculado de María, refugio seguro de
nosotros pecadores y ancla firme de salvación, a Ti queremos hoy consagrar
nuestro matrimonio. En estos tiempos de gran batalla espiritual entre los
valores familiares auténticos y la mentalidad permisiva del mundo, te pedimos
que Tu, Madre y Maestra, nos muestres el camino verdadero del amor, del
compromiso, de la fidelidad, del sacrificio y del servicio. Te pedimos que
hoy, al consagrarnos a Ti, nos recibas en tu Corazón, nos refugies en tu
manto virginal, nos protejas con tus brazos maternales y nos lleves por camino
seguro hacia el Corazón de tu Hijo, Jesús.
Tu que eres la
Madre de Cristo, te pedimos nos
formes y moldees, para que ambos seamos imágenes vivientes de Jesús en
nuestra familia, en la Iglesia y en el mundo.
Tu que eres
Virgen y Madre, derrama sobre nosotros
el espíritu de pureza de corazón, de mente y de cuerpo.
Tu que eres nuestra
Madre espiritual, ayúdanos a
crecer en la vida de la gracia y de la santidad, y no permitas que caigamos en
pecado mortal o que desperdiciemos las gracias ganadas por tu Hijo en la Cruz.
Tu que eres
Maestra de las almas,
enséñanos a ser
dóciles como Tu, para acoger con obediencia y agradecimiento toda la Verdad
revelada por Cristo en su Palabra y en la Iglesia.
Tu que eres
Mediadora de las gracias, se el canal
seguro por el cual nosotros recibamos las gracias de conversión, de amor, de paz, de comunicación, de unidad y
comprensión.
Tu que eres Intercesora ante tu Hijo, mantén tu
mirada misericordiosa sobre nosotros, y acércate siempre a tu Hijo,
implorando como en Caná, por el milagro del vino que nos hace falta.
Tu que eres
Corredentora,
enséñanos a ser fieles,
el uno al otro, en los momentos de sufrimiento y de cruz. Que no busquemos
cada uno nuestro propio bienestar, sino el bien del otro. Que nos mantengamos
fieles al compromiso adquirido ante Dios, y que los sacrificios y luchas
sepamos vivirlos en unión a tu Hijo Crucificado.
En virtud de la unión del Inmaculado Corazón de María
con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que nuestro matrimonio sea
fortalecido en la unidad, en el amor, en la responsabilidad a nuestros
deberes, en la entrega generosa del uno al otro y a los hijos que el Señor
nos envíe. Que nuestro hogar sea un santuario doméstico donde oremos juntos
y nos comuniquemos con alegría y entusiasmo. Que siempre nuestra relación
sea, ante todos, un signo visible del amor y la fidelidad. Te pedimos, Oh
Madre, que en virtud de esta consagración, nuestro matrimonio sea protegido
de todo mal espiritual, físico o material. Que tu Corazón Inmaculado reine
en nuestro hogar para que así Jesucristo sea amado y obedecido en nuestra
familia. Qué sostenidos por Su amor y Su gracia nos dispongamos a construir, día a día, la civilización
del amor: el Reinado de los Dos Corazones.
Amén.