HISTORIA DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA LECHE

La Virgen Madre del niño Jesús, cuidando su tierno cuerpo y alimentándolo durante los largos meses de su debilidad humana, ha inspirado a madres y futuras madres desde el milagro de Belén. Las catacumbas de Roma del segundo siglo muestran a la Virgen Santísima Virgen alimentando al Niño Jesús. Los grandes museos de arte Europea contienen pinturas de Nuestra Señora de La Leche y Buen Parto, prueba elocuente de la devoción de las mujeres de todos los siglos a la Madre Lactante del Niño Jesús.

En Madrid, una estatua de la Virgen de Nuestra Señora de la Leche que había sido rescatada de manos sacrílegas, fue expuesta en el hogar de un matrimonio piadoso. Cuando parecía que seguramente morirían tanto la madre como el hijo innato, Nuestra Señora de La Leche oyó los ruegos apremiantes del esposo, y le concedió a ella un parto feliz. Juntos, los esposos propagaron a otras familias la noticia delpoder que tenía la Santísima Virgen ante Nuestro Señor. Sabedor de la intercesión de Nuestra Señora Virgen de La Leche, el Rey Felipe III de España edificó personalmente un santuario en honor de la maternidad de ella. Poco después, esta devoción se hizo una de las más famosas por toda España.

Hacia el 1620 los colonos Españoles, como señal de su amor a la Madre lactante de Jesucristo, establecieron el primer santuario dedicado a la Santísima Virgen María en lo que hoy es Estados Unidos. Lo establecieron en el mismo sitio donde se había celebrado la primera misa años antes, es decir, en la Misión Nombre de Dios, en San Agustín, Florida. La capilla rústica y varias otras, edificadas después fueron destruidas por la artillería en los primeros días de la colonia, y después por los huracanes. La actual capilla fue construida en 1915, y en ella está expuesta la réplica de la estatua rústica.

El altar y la estatua de la Iglesia de san Luis en Madrid fueron quemadas el 13 de Marzo de 1936 por los comunistas en la guerra civil Española. Miles de Madres acuden todos los años al santuario de Nuestra Señora de La Leche en el antiguo San Agustín para pedir la bendición de la maternidad, rogando la intercesión de Nuestra Señora de la Leche, a fin de que Dios les conceda un buen parto, como asimismo hijos contentos y piadosos. Varios miles escriben anualmente al Padre director pidiendo que los recuerden en sus misas y oraciones. Muchos miles de cartas atestiguando el amor de Nuestra Señora a sus hijos devotos y fieles.

Pedro Menendez

El Almirante español Don Pedro Menendez de Avilez, capitán general de la flota de las Indias y Adelantado de la Florida, desembarcó en este lugar y lo reclamó para España y la Iglesia. En su diario, el Padre Francisco Lopez de Mendoza Grajales, sacerdote capellán de la expedición, escribió:

El 8 de Septiembre (1565), el General desembarcó con muchas banderas desplegadas, al sonido de trompetas y el saludo de la artillería. Ya que yo había desembarcado la noche anterior, tomé la cruz y fuí a recibirlo, cantando el Te Deum. El General, seguido de todos los que le acompañaban, marchó hasta la cruz, se arrodilló y la besó. Un gran número de Indios observaron el procedimiento e imitaron todo lo que vieron.
Menendez entonces llamó al lugar "Nombre de Dios" y encargó al Padre Lopez de la misión. Lopez así se convirtió en el primero párroco de San Agustín y en Estados Unidos. Aquí se celebró la primera misa. 

Desde aquí los misioneros Evangelizaron a los indios y con el tiempo establecieron casi 200 misiones. Hacia el norte se extendían hasta la Bahía de Chesapeake, hacia el sur hasta Miami y hacia el oeste hasta Pensacola. Esta última misión comenzó a petición de los indios que enviaron una delegación caminando hasta San Agustín para pedir que les envíen misioneros. 

En 1620 se construyó la capilla a Nuestra Señora de la Leche y Buen Parto, la primera capilla en Estados Unidos dedicada a la Virgen Santísima. Aquí aún se venera a Nuestra Señora de la Leche y del Buen Parto.  Una preciosa estatua de la Virgen, tiernamente amamantando, se conserva en la capilla. La estatua original se perdió pero fue remplazada varias veces. Sin embargo las madres no han dejado de venir a pedir su intercesión para un buen parto. En nuestros tiempos, marcados por el horror del aborto, este santuario es también lugar de peregrinación para pedir a la Madre de Dios por el fin del aborto.

Oracion a Nuestra SeÑora de la Leche

Hermosa Señora de La leche, amadísima madre del Niño Jesús y Madre mía, escucha mi humilde oración. Tu corazón de madre sabe todos mis deseos, todas mis necesidades. Solo a ti, Inmaculada Virgen, tu hijo Divino ha dado a comprender los sentimientos que llenan mi alma. Tuyo fue el sacro privilegio de ser Madre del Salvador. Intercede ahora con Él, mi amadísima Madre, para que, de acuerdo con Su voluntad, pueda yo ser madre de otros hijos enviados por Nuestro Señor. Esto pido, O Señora de La Leche, en nombre de tu Hijo Divino, mi Señor y Redentor. Amén.

O Señor Jesucristo, por la intercesión de Tu tierna Madre, Nuestra Señora de la Leche, quien te llevó cerca de su corazón durante esos largos meses antes de tu nacimiento, me entrego en tus manos. Líbrame te imploro, de preocupaciones inútiles y consumidoras. Acepta el sacrificio de mis males y dolores, los cuales yo uno con tus padecimientos en la cruz. Sobre todo, misericordioso y amadísimo Jesús, protege de todo mal a este hijo que tú me has dado, dotándolo de la salud y vigor que necesita cada niño. Inculca en mi corazón y en mis labios las palabras y las oraciones de tu Madre y la mía, Nuestra Hermosa Señora de La Leche. Todo esto pido en fin de que mi hijo y yo podamos vivir para alabar eternamente tu Santo Nombre. Amén.

A ti, Hermosa Señora de La Leche, y a tu hijo Divino, dedico ahora esta criatura que nuestro Señor me ha dado. Pido que me obtengas las gracias físicas y espirituales que necesito, para cumplir mis deberes a cada momento. Inspírame con los sentimientos maternales que sentiste durante la época que pasaste al lado del Niño Jesús. Consigue que yo, imitándote a ti, O Señora de la Leche, alimente a mi hijo en perfecta salud. En todas las cosas, ayúdame a seguir el ejemplo, que tú, modelo perfecto de todas las madres, me has dado. Permite que mi familia refleje las virtudes de tu Sagrada Familia en Nazaret. Por último, encomiendo a tu cariñoso cargo todas las madres de la tierra, en cuyas manos Él ha confiado las almas de Sus pequeños. Amén.

Video sobre la mision nombre de DIOS y el santuario de nuestra senora de la leche


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