Pronto vinieron multitudes y en menos de dos años hubieron dos sanaciones que mas tarde serían reconocidas como milagros.
Cinco años mas tarde, el obispo de Grenoble proclamó a las apariciones "dignas de confianza y ciertas". Como signo positivo mencionó la reunión "inmensa y espontánea" de multitudes en el lugar de las apariciones, como también el hecho del milagro. La Salette es una de las apariciones que fueron aprobadas en el siglo XIX. Un año después de la aprobación se puso la primera piedra del santuario.
Las multitudes continuaron accediendo al lugar de las apariciones a pesar de su extrema lejanía en las alturas de los Alpes y aunque, hasta el 1867, no se podía ir sino a pie o en burro. En 1872 los Asuncionistas organizaron la primera gran peregrinación a La Salette. Este santuario influenció mucho al avivamiento de peregrinaciones Marianas que ha ocurrido a partir del siglo XIX.
Varias congregaciones se han fundado por inspiración de La Salette, entre estas, los Misioneros y las Hermanas de Nuestra Señora de La Salette, que están dedicados a propagar el mensaje de reconciliación.