In Persona Christi…
Ante tu Presencia Real
escucho tu voz a mi corazón decir:
Con toda tu alma reverencia al Señor,
y venera a sus sacerdotes.
Con todas tus fuerzas ama al que te hizo,
y a sus ministros no abandones.
Son mis elegidos y vuestros hermanos.
Son un don que os hago.
Como servicio gratuito os
doy su sacerdocio.
Siervos ya más no son llamados,
Son mis amigos… mis elegidos y
los secretos de mi Corazón
les han sido dados.
Al Divino Pelicano, al Sumo y Eterno Sacerdote
a Jesucristo, el honor, la acción de gracias
la gloria y la alabanza en sus santos ministros.
¿Que seria de nosotros sin tus sacerdotes?
¿A dónde Señor iríamos y tu Alimento quien nos lo daría?
En tu Palabra eterna creemos…
En el Dios Uno y Trino, junto a ellos, celebramos
y en tu Amor vivimos, nos movemos y existimos…
(Cfr. Sal 27:8; Eclo 7:29-31; Num 18:6-7, Jn 15:15; Hb 3:1; Jn 6:68-69; Hch 17:28)
Hna. Martha María, sctjm
Esta página es obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María
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