Conmemoración de los fieles difuntos
Homilía (Este domingo el leccionario permite varias opciones en las lecturas) Primera lectura Sabiduría 3,1-9
Las almas de los justos están en las
manos de Dios, y no los afectará ningún tormento.
Los probó como oro en el crisol Salmo Responsorial
Salmo 23: 1 - 6
Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. Segunda Lectura Romanos 5,5-11 La esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores. Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor.
Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por
nosotros cuando todavía éramos pecadores. Y ahora que estamos
justificados por su sangre, con mayor razón seremos librados por él
de la ira de Dios. Evangelio Juan 6, 37-40 Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día».
2 Nov. Fieles difuntos
-Padre Jordi Rivero, audio MP3
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