Oficio de lectura, 5 de
Abril,
san Vicente Ferrer,
Presbítero
Del modo de predicar
Del
tratado de san Vicente Ferrer sobre la vida espiritual
En la predicación y exhortación debes usar un
lenguaje sencillo y un estilo familiar, bajando a los detalles
concretos. Utiliza ejemplos, todos los que puedas, para que
cualquier pecador se vea retratado en la exposición que haces de su
pecado; pero de tal manera que no des la impresión de soberbia o
indignación, sino que lo haces llevado de la caridad y espíritu
paternal, como un padre que se compadece de sus hijos cuando los ve
en pecado o gravemente enfermos o que han caído en un hoyo,
esforzándose por sacarlos del peligro y acariciándoles como una
madre. Hazlo alegrándote del bien que obtendrán los pecadores y del
cielo que les espera si se convierten.
Este modo de hablar suele ser de gran utilidad
para el auditorio. Hablar en abstracto de las virtudes y los vicios
no produce impacto en los oyentes.
En el confesionario debes mostrar igualmente
sentimientos de caridad, lo mismo si tienes que animar a los
pusilánimes que si tienes que amenazar a los contumaces; el pecador
ha de sentir siempre que tus palabras proceden exclusivamente de tu
caridad. Las palabras caritativas han de preceder siempre a las
recomendaciones punzantes.
Si quieres ser útil a las almas de tus prójimos,
recurre primero a Dios de todo corazón y pídele con sencillez que te
conceda esa caridad, suma de todas las virtudes y la mejor garantía
de éxito en tus actividades.
Oración
Dios todopoderoso, tú que elegiste a san Vicente
Ferrer ministro de la predicación evangélica, concédenos la gracia
de ver glorioso en el cielo a nuestro Señor Jesucristo, cuya venida
a este mundo, como juez, anunció san Vicente en su predicación. Por
nuestro Señor Jesucristo.