Las Injusticias
hechas en nombre de Dios en el A.T. ¿como se explican?
Padre Jordi Rivero
Después de la caída de nuestros
primeros padres, la humanidad quedó en la oscuridad del
pecado.
Dios no abandonó al hombre. A través de los siglos lo fue
instruyendo en sus caminos. Pero fue un largo proceso porque el hombre es duro de corazón
y Dios no se impone sino que espera que el hombre le
responda libremente por amor.
El Antiguo Testamento es
Palabra de Dios ya que contiene la verdad que Dios quiso
revelarnos pero al mismo tiempo manifiesta el comportamiento
de hombres duros de corazón que aun son incapaces de actuar
plenamente como Dios quisiera. Por ejemplo, cuando le
preguntan a Jesús por que Moisés permitía al esposo repudiar a
su mujer, El
respondió:
"Moisés, teniendo en
cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió
repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue
así. Ahora bien, os digo que quien repudie a su
mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete
adulterio". -Mateo 19,8-9
No fue sino en Jesucristo que
la plenitud de la verdad se reveló. El mantiene intacta la
verdad que fundamenta la ley y los profetas:
"No penséis que he venido
a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir,
sino a dar cumplimiento" Mateo 5,17
Pero Jesús
exige un cumplimiento de la ley en un nivel mucho mas puro y exigente
porque por la gracia del Espíritu Santo que El nos da somos
capaces:
"Habéis oído que se dijo
a los antepasados: "No matarás"; y aquel que mate será
reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se
encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal;
pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante
el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de
la gehenna de fuego. -Mateo 5,21-22
"Habéis oído que se dijo:
"No cometerás adulterio". Pues yo os digo: Todo el que
mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con
ella en su corazón." -Mateo 5,27
Esta plenitud de la ley responde al corazón de Jesús que
refleja el amor del Padre, infinitamente justo y
misericordioso. Jesús no solo enseña este ideal con palabras
sino también con su vida. El nos da el Espíritu Santo para
que seamos capaces de morir al hombre viejo y vivir la vida
nueva de los hijos de Dios.