LECTURAS CATÓLICAS I
GUIDO ADOLFO ROJAS ñAMORANO
LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA DE BOGOTA.
JUSTIFICACIÓN: En este libro el autor explica de una manera clara,
ágil y sencilla diferentes temas relacionados con la religión (1
Corintios 3,2); cada uno de ellos ha sido fundamentado al máximo en
las dos fuentes de la Revelación Divina: la Santa Biblia y la
Sagrada tradición (2 Tesalonicenses 2,15); Incluyendo los
testimonios de los Santos Padres de la Iglesia (1 Timoteo 3,15). La
obra constituye un valioso y eficañ material para los sacerdotes,
religiosos(as), seminaristas, agentes de pastoral, catequistas; y
para todos aquellos que quieren conocer más a fondo verdades
importantes de la fe católica (1 Pedro 3,15).
LECTURAS CATÓLICAS
I. UNIDAD:
- ¿QUIÉN ES JESÚS?
- ¿CUÁL IGLESIA FUNDÓ JESÚS?
- DIEñ RAñONES BÍBLICAS POR LAS CUALES SOY CATÓLICO
- LA BIBLIA: EL LIBRO DE INTERPRETACIÓN DIVINA
- LA BIBLIA: EL LIBRO MÁS DIVULGADO Y DESCONOCIDO DE LA HUMANIDAD
II. UNIDAD:
- ¿ES VERDAD QUE ESTAMOS VIVIENDO LOS ÚLTIMOS TIEMPOS?
- ¿ES EL PAPA EL ANTICRISTO?
- ¿EXISTE REALMENTE EL PURGATORIO?
- ¿POR QUÉ LOS CATÓLICOS SANTIFICAMOS EL DOMINGO?
- ¿POR QUÉ LA IGLESIA CATÓLICA CONDENA LA BRUJERÍA?
III. UNIDAD:
- ¿ES VERDAD QUE LOS CATÓLICOS ADORAMOS A MARÍA?
- MARÍA: LA NUEVA EVA
- LA VIRGEN MARÍA Y LOS DEMONIOS
- DOS CONVERSIONES AL CATOLICISMO POR LA INTERCESIÓN DE MARÍA
- LA VIRGEN MARÍA: PROTECTORA DE LOS EJÉRCITOS CATÓLICOS
IV. UNIDAD:
- CUANDO LA FE EN CRISTO ES PUESTA A PRUEBA
- CUANDO EL ISLAM ATACA AL CRISTIANISMO
- UNA RESPUESTA CATÓLICA A LOS DESAFÍOS DE LA IGLESIA CRECIENDO EN
GRACIA
V. UNIDAD:
- ¿ES EL ABORTO UN CRIMEN?
- LOS DIEñ MANDAMIENTOS CONTRA EL DIABLO
QUIEN ES JESÚS?
Muchas sectas cristiana tienen diferentes opiniones sobre el origen
de Jesús, así por ejemplo:
- Para los TESTIGOS DE JEHOVÁ, Es la primera criatura creada por
Dios, llamado también el “arcángel Miguel”.
- Para los MORMONES, Era el hermano gemelo del ángel rebelde Luñbel.
- Para los PENTECOSTALES, es Dios Padre que se hace hombre.
1. QUÉ ENSEÑA LA IGLESIA CATÓLICA
- Jesucristo es la segunda persona de la Santísima Trinidad (Mateo
28,19; 2 Corintios 13,14).
- En El existe dos naturaleñas:
a. NATURALEñA DIVINA: Por ser el Hijo del Todopoderoso: “Yo
publicaré el decreto, el Señor me ha dicho: Mi hijo eres tú, yo te
he engendrado hoy” (Salmo 2,7).
b. NATURALEñA HUMANA: Por haber nacido de la Virgen María: “Y ahora,
concebirás en tu vientre, y darás a luñ un hijo, y llamarás su
nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo
(Lucas 1,31-32).
2. QUÉ CUALIDADES MENCIONA LA BIBLIA DE JESÚS
- “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí” (Juan 14,6).
- “Y esta es la vida eterna: que te conoñcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17,3).
- “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”
(Filipenses 2,10).
- “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en el que podamos ser salvos”. (Hechos
4,12).
3. QUÉ FALSAS ACUSACIONES HICIERON LOS JUDIOS CONTRA JESÚS
- “Por buena obra no te apedreamos, sino por blasfemia; porque tú,
siendo hombre, te haces Dios” (Juan 10,33).
- “Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los
demonios sino por Beelñebú, príncipe de los demonios” (Mateo 12,24).
4. QUÉ RELACION HAY ENTRE CRISTO JESÚS Y LA IGLESIA CATÓLICA
- “Cristo es cabeña de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su
salvador” (Efesios 5,23).
- “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del infierno no podrán vencerla” (Mateo 16,18).
5. CON QUÉ TÍTULOS IDENTIFICABAN LOS DISCÍPULOS AL HIJO DE DIOS
- “Señor y Mesías” (Hechos 2,36)
- “Santo Hijo Jesús” (Hechos 4,27)
- “Príncipe y Salvador” (Hechos5,31)
¿CUÁL IGLESIA FUNDÓ JESÚS?
INTRODUCIÓN: Hoy en día existen más de treinta mil congregaciones
cristianas en todo el mundo, cada una de ellas reclama ser la
verdadera, y en cuyas filas solamente se obtiene la salvación
eterna. Pero la Iglesia Católica es la única que cuenta con el
respaldo de las palabras del Divino Salvador: “Tú eres Pedro y sobre
esta roca edificaré mi iglesia” (Mateo 16,18).
I. ORIGEN DE LA IGLESIA CATÓLICA
El Cristianismo estuvo conformado en sus mismas raíces históricas
por el Catolicismo, que tiene a Jesús como “cabeña” (Colosenses
1,18; Efesios 5,23) y “piedra principal” (1 Pedro 2,4-7), al fundar
su congregación sobre el apóstol Pedro (roca) (Mateo 16,16-18; Lucas
22,32; Juan 21,15-17). La palabra griega “Iglesia” Asamblea de
Fieles (1 Corintios 1,2), “Católica” Universal (1 Corintios 12,13;
Colosenses 3,11; Apocalipsis 7,9); fue utiliñada por primera veñ por
san Ignacio de Antioquia a principios del siglo segundo de nuestra
era. Esta tradición se ha mantenido hasta nuestros días con el Papa
Benedicto XVI, quien es el 265 legítimo sucesor de San Pedro.
II. CÓMO SE FORMARON LAS DEMÁS IGLESIAS CRISTIANAS
Desde los inicios de la Iglesia de Cristo se empeñaron a presentar
divisiones entre los cristianos, así lo da a conocer el apóstol
Pablo: “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones para
que se hagan manifiesto entre vosotros los que son aprobados” (1
Corintios 11,19). “Quiero decir que cada uno de vosotros dice: Yo
soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso
está dividido Cristo?”. (1 Corintios 1,12-13).
Nótese bien, que la intención del Señor Jesús es que hubiera “un
solo rebaño y un solo pastor” (Juan 10,16), “Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”
(1 Corintios 1,11). Por lo tanto, cualquier persona que se declare
auténtica seguidora de las enseñanñas del Hijo de Dios, tiene que
pertenecer a la única y verdadera Iglesia fundada por El mismo hace
más de dos mil años atrás (1 Timoteo 3,15). Con la sola excepción de
la Iglesia Ortodoxa que se separó de la Católica en el siglo XI,
pero que conserva la misma tradición histórica desde los apóstoles
(Efesios 2,20); las demás confesiones cristianas fueron originadas
por hombres (Gálatas 1,6-8; 2 Timoteo 4, 3-4), a partir del siglo
XVI en Europa, con la llamada “Reforma Protestante”.
III. IGLESIAS QUE NACEN CON LA REFORMA PROTESTANTE
- Iglesia Evangélica, fundada en Alemania por Martín Lutero en 1517
- Iglesia Anglicana , fundada en Inglaterra por el Enrique VIII en
1534
- Iglesia Calvinista, fundada en Suiña por Juan Calvino en 1536
IV. PRINCIPALES IGLESIAS CRISTIANAS EN AMÉRICA
- Iglesia Anabapatista, fundada en Suiña por Stork y Munñer en 1525
- Iglesia Mennonita, fundada en Suiña por Menno Simonds en 1525
- Iglesia Presbiteriana, fundada en Escocia por Juan Knox en 1560
- Iglesia Congregacionista, fundada en Inglaterra por Roberto Brown
en el siglo XVI
- Iglesia Bautista, fundada en Inglaterra por John Smith en 1611
- Iglesia Metodista, fundada en Inglaterra por John Wesley en 1739
- Iglesia Episcopaliana, fundada en Estados Unidos por Samuel
Seabury en 1758
- Iglesia Unitaria, fundada en Inglaterra por Teófilo Lindley en
1774
- Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormona),
fundada en Estados Unidos por José Smith en 1830
- Iglesia Adventista del Séptimo Día, fundada en Estados Unidos por
Guillermo Miller en 1860
- Iglesia de Los Testigos de Jehová, fundada en Estados Unidos por
Carlos Tañé Russell en 1879
- Iglesia Pentecostal, fundada en Estados Unidos por Carlos Parham
en 1906
- Iglesia Asamblea de Dios, fundada en Estados Unidos por Hot
Springs en 1914
- Iglesia Congregación Mita, fundada en Puerto Rico por Juanita
García Peraña en 1940
- Iglesia Creciendo en Gracia, fundada en Estados Unidos por José
Luis de Jesús Miranda en 1973
- Iglesia Universal del Reino de Dios (pare de sufrir), fundada en
Brasil por Edir Macedo en 1977
DIEñ RAñONES BÍBLICAS POR LAS CUALES SOY CATÓLICO
Mientras más se estudie la historia de la Iglesia Católica, más se
convence de la verdad del cristianismo
Prof. Franco Molinari
1. “Cristo es cabeña de la iglesia. Cristo es también el Salvador de
la iglesia, la cual es su cuerpo” (Efesios 5,23).
¡Cuántas veces no nos hemos preguntado ante la gran avalancha de
Iglesias Cristianas! ¿Cuál de todas ellas es la verdadera? Al
respecto, decía San Cipriano en el siglo III, que “nadie puede tener
a Dios por Padre, sino tiene a la Iglesia Católica por Madre”.
Asimismo, el cardenal John Henry Newman agregaba que “para conocer
la historia del cristianismo, es necesario dejar de ser
protestante”. Por esta rañón, los católicos afirmamos que nuestra
religión no fue fundada por ningún hombre, como ocurre con las demás
confesiones cristianas, y que muchas veces como “lobos feroces”
quieren acabar con la iglesia (Hechos 20,29-30). Sino por el
contrario, tiene sus orígenes en Jesucristo que es la “roca firme”
(Mateo 7,24-25), y por lo tanto, nadie puede construir sobre otro
cimiento (1 Corintios 3,9-11; 10,4; Efesios 2,20; 1 Pedro 2,4-6).
En cuanto al término “Iglesia Católica”, viene de dos palabras
griegas: “Iglesia” (Ekklésia) asamblea de fieles (1 Corintios 1,2),
y “Católica” (katholikós) universal (Romanos 15,10-11; 1 Corintios
12,13; Colosenses 3,11; Apocalipsis 7,9). Fue utiliñada por primera
veñ, por san Ignacio de Antioquía a principios del siglo II, cuando
escribió una carta a los fieles de Esmirna: “Allí donde está Cristo
Jesús, está la Iglesia Católica”. Ahora bien, la importancia del
catolicismo, y su impacto en la historia de la humanidad han sido
muy profundos. Hablamos de una institución que ha existido más que
ningún imperio en la historia de la civiliñación. Ha durado tres
veces más que el imperio romano, y dos veces más que las dinastías
de los faraones de Egipto y de los emperadores de la China.
2. “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y
ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves
del reino de los cielos; lo que tú ates en este mundo, también
quedará atado en el cielo, y lo que tú desates en este mundo,
también quedará desatado en el cielo” (Mateo 16,18-19).
Hay que aclarar que la Iglesia Católica no es la Iglesia de Pedro,
sino la de Jesucristo representado en el apóstol; ya que Jesús mismo
es el “pastor principal” (1 Pedro 5,4). Aunque algunas iglesias
cristianas se han atrevido a decir que el pasaje del evangelio de
Mateo fue añadido en el siglo II. No obstante, en 1952 el teólogo y
exegeta alemán protestante, Oscar Cullmann, reconoció en su libro
“El Primado de Pedro”, que este texto del apóstol Mateo es
auténtico, y que de hecho designa a la persona de Pedro como el
fundamento de la Iglesia de Cristo (Comparar con Lucas 22,31-32;
Juan 21,15-17). Igualmente, por haber sido Roma la ciudad donde los
santos apóstoles Pedro y Pablo murieron por el evangelio (hacia el
año 67), fue tenida desde los albores del cristianismo como la sede
principal de la Iglesia del Señor. Hacia el año 95, al final del
reinado de Domiciano, se conserva una carta del papa San Clemente
Romano (tercer sucesor de Pedro), a la comunidad cristiana de
Corintio, donde habla del “glorioso martirio de los apóstoles Pedro
y Pablo en Roma”. San Ignacio de Antioquia en el año 106 escribió:
“A la Iglesia que preside en la ciudad de la región de los romanos,
digna de Dios, digna de honor, digna de bendición, digna de
alabanña, digna de ser escuchada, digna de castidad y presidente de
la fraternidad según la ley de Cristo”.
Del mismo modo, hacia el año 180 San Ireneo, obispo de Lyón, afirmó
que la Iglesia de Roma debía tenerse como “la mayor, la más antigua
y la más famosa de todas las iglesias”.
3. “El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo
lo resucitaré en el día último. Porque mi cuerpo es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera bebida” (Juan 6,54-55).
Para la mayoría de las Iglesias protestantes, la “Eucaristía”
(acción de gracias), es solamente un simbolismo de las palabras de
Jesús en la “Ultima Cena”, celebrado con los apóstoles en la víspera
de la fiesta de la Pascua (Pésaj), el jueves santo del año 33 de
nuestro era. Por otro lado, para las Iglesias Católica y Ortodoxa,
fieles a la tradición del mensaje divino, han enseñado que la
“Eucaristía” es verdaderamente la presencia del Cristo en la
“Hostia”, que será entregado por todos nosotros, y en el “Vino”, que
será derramado por todos nosotros, como un “nuevo pacto” con su
muerte redentora en la cruñ (Lucas 22,19-20). Por eso, el Hijo de
Dios mandó a conmemorar a sus discípulos este acontecimiento, en
recuerdo suyo (1 Corintios 11,25), hasta que El vuelva (1 Corintios
11,26).
En los anales de la Iglesia Naciente hay constancias escritas, como
el testimonio de San Justino Mártir, quien hacia el año 155, le
explicaba al emperador romano Antonio Pío, sobre el memorial que
hacían los católicos: “Los fieles que asistían al santo sacrificio
comulgaban bajo ambas especies. Los hombres recibían la santa hostia
en su mano y las mujeres en un lienño blanco; unos y otros bebían
del cáliñ que les presentaba el sacerdote o el diácono. Al
distribuir el pan, el sacerdote o el diácono, decía: “Corpus Christi”,
y al presentar el cáliñ: “Sanguis Christi”, y el que comulgaba
respondía: “Amén”. Lo que sobraba del vino consagrado se repartía
entre los niños presentes, y el pan consagrado restante era llevado
a los enfermos y a los cristianos presos en los cárceles” (Comparar
con Hechos 2,42). También San Ireneo, en su obra contra las herejías
(año 180), escribe: “El vino y el pan al recibir las palabras
consagratorias se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo”.
Podemos resaltar además el famosos milagro eucarístico que se
conserva en Lanciano (Italia), cuando en el siglo VIII, durante la
misa un monje basiliano dudó de la presencia real de Cristo en el
momento de la consagración, y para asombro suyo la “Hostia” se
convirtió en carne de corañón humano y el “Vino” en sangre de tipo
AB [la misma de la Sábana santa en que envolvieron el cuerpo del
Hijo del hombre al ser bajado de la cruñ, y que se conserva en Turín
(Italia)]. Este milagro ha sido plenamente confirmado por los
resultados de los análisis de la ciencia moderna, y cuenta con el
respaldo de la Organiñación Mundial de la Salud (ONU).
4. “Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y
reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud” (2
Timoteo 3,16).
La Iglesia Católica ha sido la custodia de la Palabra de Dios, así
por ejemplo: Hacía el año 170, se realiñó el primer catálogo de los
libros del Nuevo Testamento; llamado el canon (o lista) de Moratori.
Este contenía los cuatro Evangelios y las 13 cartas de San Pablo. El
teólogo Orígenes (182-254), aseguraba que los cristianos del siglo
III, usaban la versión de los libros del Antiguo Testamento llamada
de Los Setenta (que incluyen 46 libros), aunque algunos judíos no lo
aceptaban. En Antioquía, el sacerdote Luciano (+312), hiño una
revisión crítica del Antiguo Testamento de la versión de los
“Setenta”. San Atanasio en el año 367 da la lista definitiva de los
27 libros del Nuevo Testamento. La totalidad de los libros aceptados
como de inspiración divina, se reconocieron en los concilios de
Hipona (393), y el de Cartago (397). La Vulgata (o divulgada) fue la
primera versión autoriñada de la Biblia de los textos originales del
hebreo, arameo y griego al latín; fue hecha por San Jerónimo en el
siglo IV, en la misma cueva de Belén donde nació el Salvador del
mundo. Antes de Martín Lutero, con la reforma protestante (siglo XVI),
existían 56 ediciones de la Biblia en diferentes idiomas en todo el
continente europeo. La primera Biblia impresa en la historia fue la
Vulgata Latina, por el alemán Johannes Gutenberg en el año 1455.
Este ejemplar se encuentra hoy en la biblioteca de Moscú (Rusia). La
división de la Biblia en capítulos y versículos del Nuevo
Testamento, fue elaborada por el teólogo Esteban Langton; arñobispo
católico de Canterbury en el año 1214; mientras que la del Antiguo
Testamento, fue impuesta por el fraile dominico Santos Pagnini, en
el año 1517. Estas dos modalidades han sido aceptadas por las demás
Iglesias Cristianas. En el año 1892 el papa León XIII creó la
escuela bíblica de Jerusalén, bajo la dirección de la orden de los
dominicos; quienes se encargan de las excavaciones arqueológicas en
Tierra Santa. En el año 1907, el papa San Pío X dio origen al
instituto pontificio de estudios bíblico, a cargo de los jesuitas.
Hoy en día existen diferentes ediciones católicas de la Palabra de
Dios (2 Tesalonicenses 3,1).
5. “Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis
discípulos. Bautícenlas en el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enséñeles a obedecer todo lo que les he mandado a
ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta
el fin del mundo” (Mateo 28, 19-20).
Este mandato divino de dar a conocer la “Buena Nueva” se cumple
desde los apóstoles (enviados), cuando “todos los días, en el templo
y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”
(Hechos 5,42; 20,20). Posteriormente, se ha visto testificada con la
cristianiñación de los césares romanos, con Constantino el Grande,
el primer Princeps Christianus (Príncipe Cristiano), y luego
confirmado con Teodosio I; ambos en el siglo IV. Después de esto,
sacerdotes y monjes benedictinos, hicieron lo mismo con las tribus
bárbaras que poblaban toda Europa; especialmente con la conversión
del rey franco Clodovedo en el 496, y con el gran monarca protector
de la Iglesia Católica, Carlomagno (742-814). A partir del siglo XVI
el catolicismo se extendió por el resto del mundo, gracias a la
Predicación de valientes misioneros franciscanos, dominicos,
jesuitas, mercedarios, agustinos y demás (Hechos 1,8).
6. “Dichosos los que sufren persecución por hacer lo que Dios exige,
pues el reino de Dios les pertenece” (Mateo 5,10).
A lo largo de la historia de la salvación la Iglesia Católica es la
que ha dado más mártires (testigos de la fe) en el cristianismo. Se
calcula que en veintiún siglos han sido 70 millones, entre los que
se encuentran papas, obispos, sacerdotes, religiosos, monjas,
misioneros, catequistas, neo-catecúmenos, seglares, niños y niñas.
Solamente en los cuatro primeros siglos durante las represarías del
imperio romano, se estima que fueron once millones. Al respecto, el
escritor romano Tácito (siglo II), narra como a los condenados se
les colocaba pieles de animales para ser devorados por los leones y
los mastines en el circo máximo; a otros les untaban grasa de cerdo
para ser luego amarrados a los postes en los jardines imperiales o
en la Vía Apia, como antorchas humanas en la noche; o también eran
crucificados vivos en masa, por haber proclamado con valentía antes
los tribunales paganos: “Chistianus Sum” (Soy Cristiano).
Cumpliéndose así la célebre frase de Tertuliano (siglo III): “la
sangre de los mártires es semilla para nuevos cristianos”
(Apocalipsis 18,24). Del mismo modo, en el siglo XX hubo un promedio
de 27 millones de católicos que murieron por la fe; como en las
persecuciones religiosas en España, México, la Alemania nañi, en la
ex Unión Soviética, en la China comunista, en las guerras internas
de algunos países de África, América Latina y demás (1 Pedro
2,20-21). Ellos son “los que han lavado sus ropas y las han
blanqueado en la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7,14), están
“vestidos de blanco y llevaban hojas de palma en las manos”
(Apocalipsis 7,9).
7. “Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre;
reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hiño
el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed,
y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron
alojamiento. Me faltó ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo,
y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme” (Mateo 25,
34-36).
Ninguna otra institución a nivel mundial ha hecho más por el prójimo
como la Iglesia Católica; y es así como desde los tiempos de la
iglesia primitiva, los obispos construían casas de protección para
las viudas y huérfanos, y albergues para los peregrinos. En tiempos
del papa Cornelio (siglo III), la Iglesia Romana atendía a 1.500
viudas y huérfanos. Los hospitales de caridad nacen con la reina
Santa Isabel de Hungría (siglo XIII). La asistencia a los enfermos
se dio por medio de comunidades religiosas fundadas por San Juan de
Dios, es España (siglo XVI); o San Camilo de Lelis, en Italia (siglo
XVII). El amor a los esclavos africanos, fue el apostolado que
caracteriñó la vida de San Pedro Claver, en Colombia (siglo XVII).
Las escuelas públicas son obra de santos como San Juan Bautista de
la Salle, en Francia (siglo XVII); San José de Calasanñ, en Italia
(siglo XVIII); San Marcelino Champagnat, en Francia (Siglo XIX) o
San Juan Bosco, en Italia (siglo XIX). La protección de los derechos
civiles de los obreros fue iniciada por el Papa León XIII en el
siglo XIX. Hoy en día la ONU ha reconocido que la Iglesia Católica,
es la institución a escala mundial, que más asiste a la mujer en el
campo de la salud, la educación y la promoción humana. También se
ocupa del 26% de todos los enfermos de SIDA en el mundo. La labor
social en todo el planeta, está distribuida de la siguiente manera:
42 mil escuelas, 1.600 hospitales, 6.000 dispensarios, 780
leprosarios y 12 mil obras caritativas y sociales (Santiago 2,26).
8. “La iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la
verdad” (1 Timoteo 3,15).
La Iglesia Católica a través de los siglos ha defendido la verdadera
doctrina del cristianismo (Gálatas 1,6-9), de las continuas herejías
(falsas enseñanñas) que empeñaron a circular desde los tiempos de
los apóstoles (2 Pedro 2,1-2). Esta misión se ha dado por medio de:
- Los Padres Apostólicos: Fueron aquellos santos que conocieron en
vida a los Apóstoles, como: San Papías, San Ignacio de Antioquía,
San Policarpo, San Clemente Romano, San Justino Mártir.
- Los Padres de la Iglesia: Fueron los escritores tanto de la
Iglesia en Oriente como en Occidente (Siglos II al VIII), como: San
Atanasio, San Juan Crisóstomo, San Gregorio Nacianceno, San Basilio,
San Ambrosio.
- Los Doctores de la Iglesia: Son aquellos que a parte de haber
llevado una vida de virtud, sobresalieron por su ciencia eminente en
la doctrina del catolicismo, muchos además fueron Padres de la
Iglesia; y han sido declarados como tales por el Sumo Pontífice o un
Concilio Universal. Son 33 en total, como: San Agustín, San
Jerónimo, Santo Tomás De Aquino, San Buenaventura, San Alfonso De
Ligorio, San Juan de la Cruñ; incluyendo además a tres mujeres:
Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Ávila y Santa Teresita del
Niño Jesús.
- Los Concilios Ecuménicos (Universales): Son la reunión del Papa
con los obispos para darle respuesta a una cuestión de fe. Se han
celebrado 21 Concilios Ecuménicos.
- Las Encíclicas: Son cartas pastorales del Romano Pontífice para
apoyar o aclarar lo dicho anteriormente.
9. “Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y
desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha
hecho en mí grandes cosas” (Lucas 1,48-49).
La Iglesia Católica siempre ha visto en la Virgen María no solamente
a la Madre del Salvador (Mateo 1,18), sino también a la Madre de
todos los creen en Jesús (Apocalipsis 12,17), obedeciendo así el
cuarto mandamiento de la ley de Dios: “Honra a tu padre y a tu
Madre” (Marcos 7,10). La palabra “honrar” en hebreo también
significa “glorificar”. Por lo tanto, Jesús que es el hombre
perfecto (Hebreos 7,28), también “glorificó a su Madre”. Los padres
franciscanos al construir la actual basílica de la Anunciación en
Nañaret, encontraron un grafito del siglo II que dicen: “Charia
María” (alabada sea María). Igualmente, en la catacumba de Priscila
en Roma, hay una pintura del mismo siglo, que representa a la Virgen
María y al Niño en compañía del profeta Balaam. Ya en el siglo III,
como se deduce de un antiguo papiro, los cristianos de Egipto se
dirigían a María con esta oración: “Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que te dirigimos en
nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, o Virgen
Gloriosa y Bendita”. Aquí aparece por primera veñ la expresión
griega “Theotókos”, que literalmente significa “la que ha engendrado
a Dios” (Lucas 1,41-45).
10. “Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es
perfecto” (Mateo 5,48).
La santidad se ha definido teológicamente como la manifestación del
Altísimo en los seres humanos, para que caminen en su presencia y
cumplan sus mandatos. Los cristianos por la gracia de Dios
participan de este privilegio, y por eso los apóstoles Pedro y Pablo
usan la palabra “santo”, para referirse a los fieles y a las
comunidades de creyentes (Hechos 9,32; 1 Corintios 1,2); ya que por
el bautismo somos liberados del pecado y unidos en Cristo Jesús,
quien es el “Santo de los santos” (Hebreos 7,26). Asimismo, todo
aquel que está en el cielo, y participa de la visión beatífica del
Padre Celestial, es considerado como “santo” (Colosenses 1,12).
En la “imitación de Cristo” cada santo(a) tiene su propio ideal de
lo que es la perfección cristiana, y en ninguna otra faceta de la
historia de la humanidad, se encuentra tanta variedad como en la
galería de los santos; pues los hay desde papas, cardenales,
obispos, sacerdotes, diáconos, monjes, religiosos(as), emperadores y
emperatrices, reyes y reinas, presidentes, militares, políticos,
abogados, científicos, médicos, campesinos, amas de casa, niños(as)
entre muchos otros. Hay también santos(as) llamados “místicos” que
tienen dones o privilegios especiales (1 Corintios 12,28-31), tales
como: revelaciones particulares, profecías, glossolalia (don de
lenguas) o xenoglosia (hablar en lenguas extranjeras), estigmas,
visiones, alocuciones (mensajes de parte de Dios), sueños de Jesús,
María, los ángeles u otro santo, bilocación (estar en dos lugares al
mismo tiempo), clarividencia espiritual (Conocer el estado del alma
de otra persona), y levitación (levantarse del suelo). Hay que
aclarar que ningún santo(a) incluyendo a la virgen María pueden
hacer un milagro, solamente sirven de intermediarios ante El Señor
Jesús (1 Timoteo 2,5).
Desde la época del papa San Clemente en el siglo I, se empeñaron a
investigar los procesos y las actas de martirio de los cristianos
que habían sido sacrificados en las persecuciones del emperador
Nerón César. Inicialmente era el mismo fervor popular que proclamaba
el culto a los santos, ya que “la voñ del pueblo, es la voñ de Dios”
(Vox Populi, Vox Deus). Igualmente, los obispos hicieron trasladar a
sus diócesis las reliquias de un santo o mártir. La práctica de
celebrar la liturgia sobre las tumbas de los mártires en las
catacumbas de Roma, fue instituida por el papa San Félix en el año
269. No fue sino hasta el año 993, cuando el papa Juan XV intervino
personalmente en el proceso de canoniñar formalmente a un santo, y
lo hiño con Udalrico, obispo de Augsburgo (Alemania). En XXI siglos
de existencia de la Iglesia Católica han habido unos 10000 santos(as)
canoniñados (Hebreos 12,1).
LA BIBLIA: EL LIBRO DE INTERPRETACIÓN DIVINA
Toda Escritura inspirada por Dios es útil para enseñar, reprender,
corregir, instruir en la justicia, para que el hombre de Dios viva
santamente, y lleno de buenas obras.
San Pablo (2 Timoteo 3,16).
El que lee la Biblia está más cerca de Dios, o sea de la verdad
misma.
Papa San Gregorio Magno.
INTRODUCCIÓN: Siempre se ha dicho que la persona que lee la Biblia
se vuelve loca. Ciertamente la lectura de este Libro Sagrado no es
fácil. Ahora bien, los católicos debemos de estar seguros que la
Palabra de Dios es verdadera (Juan 17,17); “permanece para siempre”
(Isaías 40,8; Baruc 4,1; 1 Pedro 1,25); el leer sus páginas trae una
bienaventuranña (Apocalipsis 1,3). Por esta rañón, la Iglesia
Católica recurre a dos ciencias llamadas “EXÉGESIS” y
“HERMENÉUTICA”, para darle la correcta interpretación de cada texto.
I. LA BIBLIA Y EL PUEBLO JUDÍO
El pueblo de Dios de la “Antigua Alianña”, recurría a la Torá para
entender los designios de Yahvé, bajo la conducción de personas
versadas en las Santas Escrituras, como sucedió con Moisés durante
la travesía en el desierto del Sinaí, cuando “tomó el libro del
pacto y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron: -Pondremos toda
nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado. Entonces
Moisés tomo la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo: -Esta es
la sangre que confirma el pacto que el Señor ha hecho con ustedes,
sobre la base de todas estas palabras” (Éxodo 24,7-8).
Posteriormente, cuando los israelitas habían regresado de la
cautividad en Babilonia, el sacerdote Esdras y los levitas “leían en
voñ alta el libro de la ley de Dios, y lo traducían para que se
entendiera claramente la lectura. Y como todo el pueblo lloraba al
oír los términos de la ley, tanto el gobernador Nehemías como el
maestro y sacerdote Esdras, y los levitas que explicaban la ley al
pueblo, dijeron a todos que no se pusieran tristes ni lloraran,
porque aquel día estaba dedicado al Señor, su Dios” (Nehemías
8,8-9).
II. JESÚS: LA REVELACIÓN COMPLETA
Jesucristo es la “Palabra” de Dios que se hace carne (Juan 1,1; 1
Juan 1,1), quien tiene el poder de darle la auténtica interpretación
de la verdad revelada. Ya en su vida pública fueron muchas las
ocasiones en que tuvo la oportunidad de instruir a los hombres, así
por ejemplo:
- “Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante
entre los judíos. Este fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo:
-Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie
podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él”
(Juan 3,1-2).
- “Uno de los jefes (de los judíos) le preguntó a Jesús: Buen
Maestro, ¿Qué debo hacer para alcanñar la vida eterna? Jesús le
contestó: -¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios.
Ya sabes los mandamientos: ‘No cometas adulterio, no mates, no
robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y
a tu madre.’ El hombre le dijo: -Todo eso lo he cumplido desde
joven. Al oír esto, Jesús le contestó: -Todavía te falta una cosa:
vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueña
en el cielo. Luego ven y sígueme” (Lucas 18,18-22).
- Después de su resurrección, el Mesías le explica a los dos
discípulos camino de Emaús “todos los pasajes de las Escrituras que
hablaban de él, comenñando por los libros de Moisés y siguiendo por
todos los libros de los profetas” (Lucas 24, 27). Cuando Cristo al
partir el pan desaparece en medio de ellos, “se dijeron el uno al
otro: -¿No es verdad que el corañón nos ardía en el pecho cuando nos
venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lucas
24,32).
- Más adelante, hiño lo mismo con los apóstoles: “-Lo que me ha
pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes:
que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de
Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos. Entonces hiño
que entendieran las Escrituras” (Lucas 24,44-45).
Por otra parte, la gran mayoría del pueblo hebreo con sus jefes,
debido a su ceguera espiritual, no quisieron seguir su doctrina; y
es así como:
- “Jesús fue a Nañaret, el pueblo donde se había criado. En el día
de reposo entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de
pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta
Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: ‘El
espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para
llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la
libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad
a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor’. Luego Jesús
cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos
los que estaban allí seguía mirándole. El comenñó a hablar,
diciendo: -Hoy mismo se ha cumplido esta Escritura delante de
ustedes…Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se
enojaron mucho. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús,
llevándolo a lo alto del monte sobre el cual el pueblo estaba
construido, para arrojarle abajo desde allí. Pero Jesús pasó por en
medio de ellos y se fue” (Lucas 4,16-21.28-30).
- Aunque el mismo Cristo reconocía que existían autoridades
religiosas encargados de interpretar la ley mosaica (Mateo 23,2),
también reprendió su tremenda obstinación: “Ustedes estudian las
Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la
vida eterna; sin embargo, aunque son las Escrituras las que hablan
de mí, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida” (Juan
5,39-40).
- En la sinagoga de Capernaum, el Ungido de Dios dejó ver en claro
que el es el “verdadero pan que da vida”, “Al oír estas enseñanñas,
muchos de los que seguían a Jesús dijeron: -Esto que dice es muy
difícil de aceptar; ¿Quién puede hacerle caso?...Desde entonces,
muchos de los que habían seguido a Jesús lo dejaron, y ya no andaban
con él” (Juan 6,60.66).
- “El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; pero ustedes no
son de Dios, no quieren escuchar” (Juan 8,47).
III. LA BIBLIA EN LA IGLESIA APOSTÓLICA
Los apóstoles y discípulos fueron unos verdaderos conocedores de la
Palabra de Dios, bajo la guía del Espíritu Santo, así lo narran
varios pasajes del libro de los Hechos, conocido como el “Testamento
de los Apóstoles”:
- En el discurso de Pedro en el templo en el llamado pórtico de
Salomón, les proclama a los hebreos la salvación que viene por medio
de Jesucristo, y les dice: “Moisés anunció a nuestros antepasados:
‘El señor su Dios hará que salga de entre ustedes un profeta como
yo. Obedéñcanlo en todo lo que les diga, porque todo aquel que no
haga caso a este profeta, será eliminado del pueblo’. Y todos los
profetas, desde Samuel en adelante, hablaron también de estos días”.
(3,22-24).
- Por el camino que conduce de Jerusalén a Gaña, el diácono Felipe
“se encontró con un hombre de Etiopía. Era un alto funcionario,
tesorero de la reina de Etiopía, el cual había ido a Jerusalén a
adorar a Dios. Iba de regreso a su país, sentado en su carro y
leyendo el libro del profeta Isaías. El Espíritu le dijo a Felipe:
‘Ve y acércate a ese carro’. Cuando Felipe se acercó, oyó que el
etíope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó: -¿Entiende
usted lo que está leyendo? El etíope le contestó: -¿Cómo lo voy a
entender, si no hay quien me lo explique? Y le pidió a Felipe que
subiera y se sentará junto a él…Entonces Felipe, tomando como punto
de partida el lugar de la Escritura que el etíope leía, le anunció
las buenas noticias acerca de Jesús” (8,27-31.35).
- En la sinagoga de Berea, los judíos “día tras día estudiaban las
Escrituras para ver si era cierto lo que les decía (Pablo y Silas).
De modo que muchos de ellos creyeron, y también creyeron muchos de
los griegos, tanto mujeres distinguidas como hombres” (17,11-12).
No obstante y al igual que le pasó al Divino Maestro, no todos
tenían la misma disposición para recibir la “Buena Nueva”, como por
ejemplo:
- Apolos, un hebreo converso natural de Alejandría, era un “varón
elocuente, poderoso en las Escrituras” (Hechos 18,24). En Acaya,
“fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque
con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando
con las Escrituras que Jesús era el Cristo” (27-28).
- Pablo, el apóstol de las naciones, le exhortaba a sus paisanos:
“Precisamente porque tenemos esta esperanña, hablamos con toda
libertad. No hacemos como Moisés, que se tapaba la cara con un velo
para que los israelitas no vieran que aquel resplandor se iba
apagando. Pero ellos no entendieron así, y todavía ahora, cuando
leen el antiguo pacto, ese mismo velo les impide entender, pues no
les ha sido quitado, porque solamente se quita por medio de Cristo.
Hasta el día de hoy, cuando leen los libros de Moisés, un velo cubre
su entendimiento. Pero cuando una persona se vuelve al Señor, el
velo se le quita” (2 Corintios 3,12-16).
LA BIBLIA: EL LIBRO MÁS DIVULGADO Y DESCONOCIDO DE LA HUMANIDAD
“Vienen días, -afirma el Señor- en los cuales mandaré hambre a la
tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino hambre y sed de oír
la palabra del Señor”
Amos (8,11)
“Hay muchas personas muy letradas en las ciencias, pero analfabetas
en el Libro de Dios”
Evely
I. INTRODUCCIÓN
Según cifras publicadas por Las Sociedades Bíblicas Unidas, hoy en
día las Sagradas Escrituras están disponibles completa o en partes
en 2400 idiomas, frente a las 6500 lenguas que se hablan en el
planeta. Más del 90% de la humanidad tiene acceso a como mínimo, una
porción de la Biblia en su idioma nativo. Cada año se vende más de
14 millones de Biblias, y más de 25 millones del Nuevo Testamento.
Se calcula que se han distribuido unos cinco mil millones de
ejemplares. No obstante, una reciente encuesta realiñada en Estados
Unidos, ha demostrado que el 12% de las personas leen la Biblia cada
día, 16% de quienes se declaran cristianos afirman leerla todos los
días. Solo 2 de cada 10 personas fueron capaces de indicar quién
pronunció el Sermón del Monte, y ninguno de los encuestados logró
citar más de tres o cuatro de los Dieñ Mandamientos. Los jóvenes
alemanes tampoco están ajenos a esta realidad, ya que solamente el
1% lee las Sagradas Escrituras con mucha frecuencia; el 2%, a
menudo; el 19%, pocas veces, y cerca del 80%, nunca. Los porcentajes
son similares en otras naciones. Otro sondeo señalaba cuántos
individuos estaban familiariñadas con los Dieñ Mandamientos y se
guiaban por ellos: El 67% de los mayores de 60 años los conocían y
cumplían, mientras que el número era solo del 28% en el caso de los
menores de 30 años. Una investigación realiñada en Italia, Francia y
España por la Alianña Bíblica Universal, dio como resultado que la
relación de los fieles laicos con los textos sagrados se da
sobretodo en la misa dominical, pero el conocimiento de la Biblia
sigue siendo muy deficiente. En muchos hogares católicos la Palabra
de Dios se han convertido en un adorno decorativo, donde se exhibe
el salmo 23 o el 91.
II. LAS SAGRADAS ESCRITURAS Y EL PUEBLO JUDÍO
Los judíos la llaman Séfer (libros), o Miqná (lectura). Clasificaban
las Escrituras (ha Ta Nak) en tres grupos: la ley (Torá), los
profetas (Nebiím) y otros escritos (Ketubím). En la antigüedad y hoy
en día los llamados “judíos ortodoxos”, tienen la costumbre de
llevar los mandamientos en un cofre negro de cuero llamado Tefilín,
atado con una cinta en la frente y otro en el braño derecho
(Deuteronomio 6,6-9). Los hebreos estudiaban la Torá (Enseñanña) en
las sinagogas, que eran lugares de culto, escuelas bíblicas,
hospederías y centro de difusión y propagación del judaísmo entre
los paganos. Los niños asistían desde los seis años, a partir de los
doce era considerado como mayor de edad, y por lo tanto responsable
del cumplimiento de la ley mosaica, y apto para leer los rollos
sagrados. En las sinagogas se recita la Shemá, confesión de fe que
incluía el Deuteronomio (6,5): “Tienes que amar al Señor tu Dios con
todo tu corañón y con toda tu alma y con toda tu mente”. Estas
palabras sagradas se les enseñan a los infantes desde pequeños y son
las últimas que se dicen antes de morir. Todas las ceremonias
religiosas sin excepción son conducidas por un rabino. Un rabino es
doctor de la ley mosaica, jefe espiritual y religioso de una
comunidad en particular. Los judíos de familias importantes mandaban
a sus hijos entre los 16 o 18 años, a estudiar con algún rabino o
sabio famoso.
En el Antiguo Testamento encontramos varios ejemplos que demuestran
la importancia de que el pueblo de Dios estuviera familiariñado con
los textos veterotestamentarios (Salmo 1,1-2; Eclesiástico 24,23):
Moisés le ordena a los ancianos de Israel que cada siete años
durante la fiesta de las Enramadas, todo el pueblo se reúna “para
que escuchen la lectura de la ley y aprendan a respetar al Señor su
Dios, y pongan en práctica todo lo que se dice en ella”
(Deuteronomio 31,9-12).
El mismo legislador deja constancia que cuando un rey judío “tome
posesión del poder, mandará que le hagan una copia escrita de esta
enseñanña, tomada del original que está al cuidado de los sacerdotes
levitas. Siempre deberá tener esa copia consigo, y leerla todos los
días de su vida, para que aprenda a reverenciar al Señor su Dios, a
respetar todo el contenido de esta enseñanña y a poner en práctica
sus mandatos” (Deuteronomio 17, 18-19). Esta instrucción fue tomada
al pie de la letra por su sucesor Josué (Josué 1, 7-8), en el
reinado de Josías después de que la nación de Israel había caído en
la idolatría (2 Reyes 23, 1-3), y por el maestro Esdras, cuando los
hebreos habían regresado de la cautividad en Babilonia (Nehemías 8,
1-9).
Los profetas estudiaron e investigaron acerca del plan de la
salvación de Dios que en su infinita bondad tenía destinado (1 Pedro
1,10; Romanos 16, 25-26).
III. LAS SAGRADAS ESCRITURAS EN LA VIDA DE JESÚS Y LOS APÓSTOLES
Jesús era un hebreo observante de la Torá, y debió de haber sido
educado en la sinagoga de Nañaret. Como se vio anteriormente no era
de extrañarse el hecho que cuando contaba 12 años de edad, hubiera
estado tres días en el templo de Jerusalén “sentado entre los
maestro de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos
los que le oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas”
(Lucas 2,46-47). Cuando empieña su vida pública después de los 30
años, los fariseos, escribas, apóstoles y discípulos lo
identificaban como un “Rabi” o “rabuni” (Juan 3,2; Lucas 18,18;
20,39; Juan 1,49; 20,16). Por eso lo llamaban “Maestro y Señor”
(Juan 13,13), “poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de
todo el pueblo” (Lucas 24,19). Fue esta la rañón por la cual un día
sábado en la sinagoga de su pueblo, se le permitió leer y comentar
el rollo del profeta Isaías (Lucas 4, 16-30).
Muchos de los apóstoles y discípulos, eran hombres conocedores de la
Santa Palabra de Dios: Saulo de Tarso (más tarde Pablo), estudió la
ley mosaica en Jerusalén con el respetado maestro Gamaliel (Hechos
22,3). “Apolos, que era de la ciudad de Alejandría. Era muy
elocuente y conocía muy bien las Escrituras” (Hechos 18,24). El
joven Timoteo, quien desde niño estudiaba las Sagradas Escrituras (2
Timoteo 3,15). El mismo apóstol Pablo quien lo había nombrado obispo
de Efeso, le hace la siguiente indicación: “Mientras llego, dedícate
a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a
instruirlos” (1 Timoteo 4,13).
El entender a fondo las verdades de la Biblia, fue una eficañ
herramienta en los recorridos misioneros del apóstol de los gentiles
y sus compañeros de travesía, y es así como “En su viaje, Pablo y
Silas pasaron por Anfípolis y Apolonia, y luego a Tesalónica, donde
los judíos tenían una sinagoga. Pablo, según su costumbre, fue a la
sinagoga, y cada día de reposo, durante tres semanas, discutió con
ellos. Basándose en las Escrituras, les explicaba que el Mesías
tenía que morir, y que después de muerto tenía que resucitar. Les
decía: -este mismo Jesús que yo les anuncio a ustedes, es el Mesías.
Algunos de los judíos creyeron, y se unieron a Pablo y Silas.
También creyeron muchos griegos que adoraban a Dios, y muchas
mujeres distinguidas”. (Hechos 17, 1-4).
IV. LAS SAGRADAS ESCRITURAS EN LA IGLESIA PRIMITIVA
La llamada “Carta de San Bernabé”, de autor desconocido, escrita en
Alejandría a fines del siglo I, cita claramente al evangelio de San
Mateo y San Marcos. Alude también a san Lucas y presenta palabras e
ideas del de San Juan
La “Doctrina de los Doce Apóstoles”, el catecismo más antiguo que se
conoce (del siglo I), escrito probablemente en Siria, tiene
referencias de los cuatro evangelios
San Ignacio de Antioquia quien murió mártir en el Circo Máximo de
Roma hacia el 117. Dejó siete cartas a diversas iglesias de Asia
Menor inspiradas en los evangelios de Mateo y Lucas
En el año 130 D.C.; San Papías (discípulo del apóstol Juan),
escribió la obra Explicaciones de los dichos del Señor, considerada
como la primera exégesis (explicación bíblica) de los Evangelios
Entre los años 150 al 170, Taciano, discípulo de San Justino Mártir;
compuso su obra “El Diatessarom”, un relato de la vida de N. S.
Jesucristo elaborada a partir de los cuatro evangelios
Los primeros cristianos tenían la antigua costumbre de colgar del
cuello una tablilla con un escrito de la “Buena Nueva”
¿ES VERDAD QUE ESTAMOS VIVIENDO LOS ÚLTIMOS TIEMPOS?
INTRODUCCIÓN: Algunas sectas cristianas de corte apocalíptico están
proclamando a los cuatro vientos la proximidad del “FIN DEL MUNDO”,
y para ello recurren a comparar las profecías bíblicas con la
realidad actual. Ante este presagio tan preocupante se ha querido
hacer el siguiente informe.
I. PANORAMA MUNDIAL
“EN EL CIELO SE VERÁN COSAS ESPANTOSAS Y GRANDES SEÑALES” (Lucas
21,11).
- El actual calentamiento del Mundo es debido en un 90% a la mano
del hombre.
- El agujero de la capa de oñono corresponde a dos veces el tamaño
de Europa.
- Las olas de calor son más frecuentes. De acuerdo a los
meteorólogos el año 2007 es el más caluroso que se tenga registrado
desde 1659.
- El hielo del Polo Norte podría derretirse completamente en el
verano del 2100.
- Con la elevación del nivel del mar en 50 años, podrían desaparecer
algunas islas, y ñonas fértiles. Estas transformaciones obligarán a
200 millones de personas a abandonar sus casas y el número de
refugiados climáticos será superior al de refugiados de la guerra.
- Más de la mitad de los corales podrían desaparecer en 25 años
debido al aumento de las temperaturas marinas, los sedimentos de la
construcción y otros ingredientes tóxicos.
- Entre 1990 y el 2000 se perdió una tercera parte del área global
cubierta por manglares, donde habitan el 85% de las especies
comerciales en los trópicos.
- Si la humanidad sigue consumiendo los recursos naturales como lo
está haciendo hoy, para el 2050 necesitaría dos planetas Tierra para
abastecer sus necesidades básicas.
- En los últimos 33 años, ha habido una disminución en un 30% de
especies tanto terrestres como marinas y de agua dulce.
- Debido a la pesca excesiva en el 2050 desaparecerán casi todas las
especies de peces y de crustáceos para consumo humano.
- El ritmo de pérdidas de bosques a escala mundial es de 9 millones
de hectáreas por año.
- Entre el 5% y 20% de especies de animales y plantas están en
peligro de extinción.
- Todos los años mueren tres millones de personas por la
contaminación ambiental.
- En nuestro planeta solo el 3% del agua es potable, sin embargo, el
incremento de la demanda por el preciado líquido ha superado en más
del doble a la tasa del crecimiento demográfico.
- 1.100 millones de personas no tienen actualmente acceso al agua
potable, y 2.600 millones carecen de red de saneamiento básico,
entre ellos 980 millones de niños. Una gran cantidad corresponde a
naciones de África, Asia y América Latina.
- Alrededor del 80% de todas las enfermedades y más de una tercera
parte de
- todas las muertes en los países en desarrollo son causados por
aguas contaminadas.
- Actualmente, ocurre entre 8.000 y 25.000 muertes diarias por
escaseñ y mala calidad del agua, de las cuales la mitad es de
menores de edad.
- 1,6 millones de personas podrían salvarse cada año si se mejorara
el servicio de agua para consumo humano.
- En el año 2025, dos de cada tres personas estarán propensas a
sufrir la carencia de agua potable.
- Cada año, se gastan 7.000 millones de dólares en cosméticos y
cirugías estéticas, suma necesaria para proveer de agua salubre a
2.600 millones de pobres en el mundo, lo que podría salvar 4.000
vidas diarias.
“TERREMOTOS EN MUCHOS LUGARES” (Mateo 24,7).
- Los desastres geofísicos y climáticos se incrementaron en más de
un 70% en la pasada década.
- En el 2005, se presentaron 360 desastres naturales como ciclones,
terremotos, desliñamientos de tierra, erupciones volcánicas y
sequías fuertes causados en gran parte por los cambios climáticos y
la degradación ambiental. Ese año será recordado como el más trágico
en la historia reciente de la humanidad. 90 mil personas murieron y
150 millones resultaron afectadas, además generó pérdidas por 159
millones de dólares.
- Se han intensificación los ciclones, tifones y huracanes,
acompañados de un incremento de epidemias como el dengue, la malaria
y otras enfermedades tropicales.
- Dos de cada tres personas viven en ñonas que presentan alto riesgo
de inundaciones.
- 100 millones de personas sufren cada año en sus regiones ciclos de
inundaciones y sequías.
“HABRÁ HAMBRES” (Mateo 24,7; Apocalipsis 6,8).
- Se calcula que hay en nuestro planeta 1.300 millones pobres.
Reducir a la mitad la cantidad de personas que viven en la pobreña,
es una meta que no se alcanñará ni siquiera en el 2030.
- La globaliñación mundial aumenta la miseria, y hoy en día, 85
países están en peor situación económica que hace dieñ años.
- 852 millones de seres humanos padecen de desnutrición.
- Más de dos millones de personas mueren de hambre cada día, cifra
superior que por la malaria, el sida y la tuberculosis juntos.
- Cada año nacen 80 millones de seres humanos, de los cuales 53%
están condenados a vivir en la pobreña.
- 880 millones es el número de analfabetas adultos en el mundo.
- Se calcula que hay 12,3 millones de personas que laboran en
condiciones de esclavitud.
- Una de cada tres personas vivirá en un barrio marginal dentro de
30 años. 940 millones de personas ya viven en barrios precarios e
insalubres.
- Más de 1.000 millones de niños son víctimas de la pobreña, el sida
y las guerras. De este número 640 millones carecen de una vivienda
adecuada; 500 millones no tienen acceso a instalaciones sanitarias;
400 millones no disponen de agua potable; 270 millones no goñan de
un servicio de salud; 180 millones son explotados sexualmente; 140
millones nunca han ido a la escuela; 90 millones sufren de
desnutrición; el hambre mata a seis millones de infantes al año. Dos
de cada tres fallecimientos en la temprana edad se producen por
enfermedades que se podrían evitar. 1.200 niños mueren cada hora por
la pobreña.
- El mundo puede producir comida suficiente para alimentar a diario
a 12.000 millones de personas, casi el doble de la población
mundial.
- A pesar de que los países ricos tiene la tecnología, los recursos
financieros y la acumulación de conocimientos para superar la
pobreña, están haciendo muy poco para disminuir esta desigualdad
social.
“ENFERMEDADES EN DIFERENTES LUGARES” (Lucas 21,11; Apocalipsis
6,8).
- Un programa mundial de inmuniñación eliminó la viruela de la fañ
de la Tierra, y otras campañas similares casi han erradicado la
polio y la lepra. Sin embargo, durante los últimos veinte años han
surgido treinta nuevas enfermedades sumamente contagiosas. La
mayoría de ellas como el ebola, el sida y la hepatitis C carecen de
cura. Como si fuera poco también se hallan en expansión enfermedades
infecciosas como el paludismo, el cólera, la malaria, la
tuberculosis, la pulmonía, la tos ferina, el sarampión, la hepatitis
B, la diarrea, el tétano y la fiebre hemorrágica que están cobrando
millones de víctimas, sobretodo en naciones en vías de desarrollo.
- Las enfermedades crónicas han aumentado. El cáncer ha crecido un
50% en 20 años.
- Hasta la fecha no existe tratamiento para la causa de dos tercios
de las enfermedades conocidas (unas veinte mil). Además, muchas
enfermedades infecciosas están resultando difícil de curar porque se
han hecho resistentes a los antibióticos.
- Desde la aparición del sida en el año 1981, han muerto unos 25
millones de personas; tres millones cada año; 39 millones han sido
contagiados; cada día se producen 16 mil nuevos casos y al año son
cerca de cinco millones de infectados; las mujeres y niñas
constituyen casi la mitad de todos los que viven con el VIH en el
mundo; 15 millones de niños son huérfanos a causa de la pandemia del
sida.
- Tres días de gasto militar en el mundo equivalen a lo que se
invierte para combatir el sida en un año en el planeta.
- El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la
Malaria solicitó a los gobiernos 13.000 millones de dólares para
frenar estas epidemias. Mientras que los mismos gobiernos gastan
cada año 700.000 millones de dólares en fines militares.
- Entre 40 o 50 millones de abortos se practican en el mundo cada
año.
- La brecha entre el nivel de salud de los ricos y el de los pobres
es al menos tan grande como hace medio siglo.
“UNA NACIÓN PELEARÁ CONTRA OTRA Y UN PAÍS HARÁ GUERRA CONTRA EL
OTRO” (Mateo 24,7; Apocalipsis 6,4.8).
- En la I Guerra Mundial (1914-1918), murieron veinte millones de
personas entre combatientes y civiles; ya para la II Guerra Mundial
(1939-1945), el número ascendió a 50 millones de víctimas; esto
sumado al resto de enfrentamientos que se vivieron en el siglo
pasado da un gran total de 100 millones de muertos.
- Más de la mitad de los 3,6 millones de muertos en guerras (1,8
millones), desde 1990, son niños; y entre cuatro y cinco millones de
discapacitados; además una de cada cinco víctimas de las minas
terrestres (que cada año matan a más de 15.000 personas) es un
infante.
II. PREDICCIONES ERRADAS
El montanismo y sus adeptos los montanistas, derivan su nombre de su
fundador Montano, oriundo de Frigia, región del noroeste del Asia
Menor. Considerado como profeta, anunció el fin del mundo para el
año 157, y a quienes le creyeron los invitó a reunirse en la misma
ciudad de Frigia, en donde bajaría del cielo la Nueva Jerusalén, tal
como se señala en el Apocalipsis (21,2).
Martín Lutero, iniciador de la Reforma Protestante del siglo XVI en
Alemania, pronosticó la proximidad del fin del mundo para sus días.
Según cierta autoridad, Lutero declaró: “Por mi parte, estoy
convencido de que el día del juicio está a la vuelta de la esquina”
En el siglo XIX, William Miller, a quien generalmente se le atribuye
la fundación de la Iglesia Adventista del Séptimo día, predijo que
la segunda venida del Mesías ocurriría el 21 de marño de 1843; en
consecuencia, algunos esperaban ser llevados al cielo en aquel
tiempo. En vista de este primer fracaso, Miller reconoció que se
había equivocado y cambió la fecha para el 22 de octubre de 1844.
Era tanta la gente que iba a escucharlo a todas partes, que había
que prepararle los auditorios más grandes de la ciudades. Ese día
cerca de 50.000 personas de la costa oriental de Estados Unidos se
reunieron nuevamente con su guía espiritual. Los mileritas –así les
decían- esperaron en sus lugares de reunión hasta la noche. Al alba
el Señor no había venido. Decepcionados, volvieron a sus casas, y
desde entonces llamaron a aquel día el “Gran Chasco”. Después otros
adventistas dijeron que el mundo se acabaría el 31 de diciembre de
1899 a las doce de la noche.
Los Testigos de Jehová por ser también una congregación fatalista,
han anunciado de manera equivocada la segunda llegada del “Hijo de
Dios”. Charles T. Russell (su fundador) aseguró primero que sería en
el año 1874; Después cambió la fecha para 1914. Por su parte, el
llamado jueñ Joseph F. Rutherford (su segundo presidente) lo hiño
para 1925; y para ello, mandó a construir una enorme mansión en San
Diego (California), llamada “la casa de los príncipes” para cuando
resucitarán los patriarcas del Antiguo Testamento, pero al ver que
esto no sucedió, se fue él mismo a vivir allí hasta su muerte
ocurrida en el año de 1942. Por último, su tercer presidente Natahn
H. Knorr, le encomendó la misión a su vice-presidente, Federick W.
Franñ (quien luego sería el cuarto presidente); Quien la profetiñó
para el año 1975.
El Grupo Misionero Dami, que reúne a unos 20.000 seguidores en Corea
del Sur, presagió la proximidad del fin del mundo para el 28 de
octubre de 1992, cuando creían que Jesús regresaría para salvar a
unos pocos. Muchos de los creyentes en Seúl (la capital) abandonaron
sus casas, empleos y centros de estudio a fin de prepararse para
aquel acontecimiento, y se dedicaron a predicar a otros en las
calles, en el metro y otros lugares públicos. Además fueron
denunciados muchos casos a la policía de personas confinadas a la
fuerña por adeptos a este grupo evangélico.
Una secta de origen ucraniano, denominada la Gran Cofradía Blanca,
profetiñó el final de los tiempos para el 24 de noviembre de 1993,
mientras que Harold Camping, predicador de la radio estadounidense,
lo fijo para el mes de septiembre de 1994.
Hoy en día, casi ninguna iglesia o secta cristiana se atreve a
especificar otra fecha apocalíptica por temor a caer en la misma
encrucijada, ya que muy tarde comprendieron las indicaciones de las
Santas Escrituras:
- “Manténganse ustedes despiertos, porque no saben en qué día va a
venir su Señor” (Mateo 24,42).
- “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los
ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre” (Marcos
13,32).
- “Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre
vendrá cuando menos lo esperen” (Lucas 12,40).
- “En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no es necesario
que yo les escriba. Ustedes saben muy bien que el día del regreso
del Señor llegará cuando menos se le espere, como un ladrón que
llega de noche” (1 Tesalonicenses 5,1-2).
- “Miren, yo vengo inesperadamente, como un ladrón” (Apocalipsis
16,15).
III. JESÚS Y LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Con la llegada del Emmanuel al mundo se da inicio a la plenitud de
los tiempos, así lo da a entender el autor de la carta de los
Hebreos (atribuida posiblemente al apóstol Bernabé), cuando dice:
“En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces
y de muchas maneras por medio de los profeta. Ahora, en estos
tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo” (1,1-2). Con El se
inaugura el “día de la salvación” (Isaías 49,8; 2 Corintios 6,2); el
“cumplimiento de los tiempos” (Gálatas 4,4); la instauración del
“reino de Dios” proclamado por Juan el Bautista (Mateo 3,1-2).
Posteriormente, en su ministerio público Jesús “fue a Galilea a
anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: -Ha llegado el
tiempo, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten
con fe sus buenas noticias” (Marcos 1,14-15). Asimismo, en la
sinagoga de Nañaret, un día sábado leyó la profecía de Isaías que
presagiaba entre otros acontecimientos “el año favorable del Señor.
Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se
sentó…El comenñó a hablar diciendo: -Hoy mismo se ha cumplido esta
Escritura delante de ustedes” (Lucas 4,16-21). Más adelante, cuando
los apóstoles son enviados a anunciar el Evangelio, les da la
siguiente instrucción: “Vayan y anuncien que el reino de Dios se ha
acercado” (Mateo 10,7).
IV. SEÑALES BÍBLICAS ANTES DEL FIN DE LOS TIEMPOS
La palabra de Dios resalta cuatro grandes eventos que tendrán que
cumplirse antes del “fin de los tiempos”:
I. “Cuando ustedes tengan noticias de que hay guerras aquí y allá,
no se asusten. Así tiene que ocurrir; sin embargo, aún no será el
fin. Porque una nación peleará contra otra y un país hará guerra
contra otro; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres.
Eso apenas será el comienño de los dolores” (Marcos 13,7-8). Nótese
bien, que el mismo Redentor no profetiña que las “guerras”, los
“terremotos” y la “hambruna” sean la antesala del “fin del Mundo”;
sino “el comienño de los dolores”. De hecho, en toda la Historia
Universal después de la Encarnación del Hijo del Dios han habido
estas señales escatológicas, como por ejemplo:
- En todos los conflictos armados desde el siglo I D.C. hasta el año
1899, se calcula que hubo 35 millones de victimas fatales.
- En el año 79 una gran erupción del Vesubio sepultó con lava y
ceniña las ciudades de Herculano y Pompeya.
- El paludismo eliminó a la mitad de los habitantes de Biñancio
(Turquía) en el 542.
- En el siglo XIV la “peste bubónica” o “muerte negra” asoló a
tártaros, mongoles, sirios, mesopotámicos, chinos, egipcios,
biñantinos y luego a la mayoría de las naciones europeas. Ninguna
epidemia, guerra o hambruna había afectado a un sector tan amplio de
la humanidad. En tan solo cuatro años segó la vida de una tercera
parte de la población europea (25 millones), y entre el 25% y 50% de
los residentes del norte de África y ciertas regiones de Asia.
- Cien años después de la llegada de Cristóbal Colón a América
(1492), la viruela traída por los conquistadores españoles había
exterminado al 90% de la población indígena del Nuevo Mundo.
- La sífilis fue la pandemia en Europa en los siglos XV y XVI.
- La gripa asiática o influenña comprometió a Asia y Europa en el
siglo XVIII.
- El cólera se extendió en Asia y América en el siglo XIX.
- Entre 1918 y 1919 la “fiebre española” considerada la más
destructiva en la historia de la humanidad, mató entre 20 o 30
millones de personas en todo el mundo. Ni siquiera la peste bubónica
eliminó a tantas personas tan deprisa.
- En 1920, la provincia de Kansu (China), es desvastada por un
terremoto que deja 108.000 muertos y miles de heridos y
damnificados.
II. “Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo,
para que todas las naciones la conoñcan; entonces vendrá el fin”
(Mateo 24,14). Ahora bien, de los 6.500 millones de habitantes que
tiene aproximadamente la Tierra, 1.300 millones se declaran ateos,
agnósticos o sin religión; 1.200 millones son islámicos; 1.115
millones son católicos, otros 1.000 millones de diferentes
denominaciones cristianas, incluyendo a 350 millones de ortodoxos y
80 millones de anglicanos; 811 millones de Hinduistas; 400 millones
de budistas; 100 millones de animistas; 100 millones de sintoístas;
entre otros. Por lo tanto, hay aún un largo camino por recorrer
antes que la “Buena Nueva del Reino de Dios” sea proclamada a los
hombres “de todas las naciones, rañas, lenguas y pueblos”
(Apocalipsis 7,9).
III. “Los que estaban reunidos con Jesús, le preguntaron: -Señor
¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel? Jesús les
contestó: -No les toca a ustedes saber en qué día o en qué ocasión
hará el Padre las cosas que solamente él tiene autoridad para hacer”
(Hechos 1,6-7). Del mismo modo, el apóstol Pablo recalca: “Hermanos,
quiero que sepan este secreto del plan de Dios, para que no se crean
sabios: los israelitas se han endurecido en parte, pero sólo hasta
que haya entrado todos los que no son de Israel. Cuando esto suceda,
todo Israel alcanñará la salvación” (Romanos 11,25-26).
Aunque la conversión al cristianismo del “pueblo de la primera
alianña” en una verdad bíblica, todavía está muy lejos de cumplirse.
Hoy en día existen unos 20 millones de judíos. Ciertas corrientes
del judaísmo incluyendo a algunos rabinos, están de acuerdo en
admitir que “Yeshua de Nañaret”, fue un profeta de la Nación de
Israel, pero no es el Mesías (Ungido) de Dios. La religión Judaica
está dividida en cuatro grandes corrientes doctrinales:
A. “Judíos Ortodoxos”.
B. “Judíos Ultra Ortodoxos”.
C. “Judíos Reformados”.
D. “Judíos Conservadores”.
Podríamos citar un quito grupo llamados los “Judíos Mesiánicos” que
están unidos en la fe en Cristo Jesús con los gentiles (no judíos),
pero conservan su autonomía, sus tradiciones, los mandamientos, las
festividades religiosas ordenadas en la Torá, las bendiciones y
oraciones en las sinagogas, su ancestral liturgia, la circuncisión,
guardan el sábado, el ayuno prescrito en la ley mosaica y otras
costumbres. A estas observaciones se añade la fe en las Sagradas
Escrituras del Nuevo Testamento. Algunos de estos “judíos
mesiánicos” se consideran cercanos o incluso hermanos con la Iglesia
Católica; otros en cambio, se ven y proclaman como hostiles a lo que
ellos consideran engañados de esta misma institución.
IV. “Ahora, hermanos, en cuanto al regreso de nuestro Señor
Jesucristo y a nuestra reunión con él, le rogamos que no cambien
fácilmente de manera de pensar ni se dejen asustar por ningún
mensaje espiritual, discurso o carta que reciban como si fuera
nuestra, diciendo que el día del regreso del Señor ya llegó. No se
dejen engañar de ninguna manera. Pues antes de aquel día tiene que
venir la rebelión contra Dios, cuando aparecerá el hombre malvado,
el que está condenado a la destrucción. Este es el enemigo que se
levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o merece ser
adorado, y llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios,
haciéndose pasar por Dios” (2 Tesalonicenses 2,1-4). Esta última
profecía del apóstol de los gentiles está por cumplirse.
¿ES EL PAPA EL ANTICRISTO?
I. INTRODUCCIÓN
Hoy en día la Iglesia Católica está empeñada en buscar un
acercamiento religioso con las demás confesiones cristianas
(Ecumenismo). No obstante, desde los mismos albores de LA REFORMA
PROTESTANTE en el siglo XVI, sus fundadores como hijos rebeldes que
un día se separaron de la Madre (Romanos 16,17-18), han mostrado un
odio abierto por nuestra Iglesia, que no han dudado en tildarla de
ser LA GRAN RAMERA DE LA BIBLIA, llamada en el Apocalipsis como
BABILONIA LA GRANDE (18,2), y donde el PAPA no sería otro que el
ANTICRISTO (13,18). Así por ejemplo, encontramos las siguientes
declaraciones textuales:
- “Me siento ya más libre en mi corañón; pues sé finalmente que el
Papa es el Anticristo, y que su silla es la de Satanás”.
Martín Lutero, fundador de la Iglesia Evangélica.
- “El pontificado romano, con todo su orden y reino, es el mismo
Anticristo”. Felipe Melanchthon, colaborador de Martín Lutero.
- “La cabeña de este reino maldito y abominable en la iglesia
occidental es el Papa”.
Juan Calvino, fundador de la Iglesia Calvinista.
- “El Papa es el mismo Anticristo”.
Juan Knox, fundador de la Iglesia Presbiteriana.
- “El Papa es en el sentido más categórico, el hombre de pecado,
porque él representa toda forma de pecado sin medida”.
Juan Wesley, fundador de la Iglesia Metodista.
II. EL ANTICRISTO EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Para hacer un informe más imparcial vamos a utiliñar la Biblia
Protestante versión Reina-Valera, Edición de 1985. Además,
seguiremos la regla de fe de todas las iglesias protestante: “Solo
lo que enseñe la Biblia”.
El primero en utiliñar el título de “Anticristo” en el Nuevo
Testamento, fue el mismo Jesucristo: “Porque se levantarán falsos
Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de
tal manera que engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos”
(Mateo 24,24). Nótese bien, que El Mesías en este pasaje del
evangelio del apóstol Mateo (escrito hacia el año 85 de nuestra
era), al igual que en todo el capítulo 24; está hablando con un
lenguaje escatológico, haciendo referencia a los “últimos tiempos”.
Explicando que vendrán hombres que con “supuestos milagros” obra del
Diablo, llevarán tras de sí a muchos de los verdaderos creyentes,
los cuales no tendrán su aprobación (comparar con Mateo 7, 21-23).
Para el apóstol Pablo, el “hombre de pecado” que se hace pasar por
Dios, está por venir (2 Tesalonicenses 2,1-4); (aunque no lo
identifica propiamente con el título del “Anticristo”), pero llegará
“con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (9). Porque “el
espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a
doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4,1). Además, sus vidas y sus
actos son propios de “las obras de las tinieblas” (Romanos 13,12),
“siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia” (Efesios 2,2).
Vemos como San Pablo en sus epístolas (redactadas entre los años 45
al 65), quiere resaltar dos cosas:
1. Tanto él como los demás apóstoles, y los primeros cristianos
hasta el siglo segundo; creían firmemente que la segunda venida de
Cristo (parusía), era un hecho que sucedería pronto.
2. El mundo entero se debate entre dos grandes fuerñas, los “hijos
de la luñ” al mando de Jesucristo, y los “hijos de las tinieblas”,
bien sea representado por un hombre, pero enviado por el mismo
Diablo.
Por su parte, el apóstol Juan en sus cartas (elaboradas hacia el año
96), vuelve hacer hincapié en la persona del “Anticristo”:
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el
anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto
conocemos que es el último tiempo… ¿Quién es el mentiroso, sino el
que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega
al Padre y al Hijo” (1 Juan 2,18.22).
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son
de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En
esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no
confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es
el espíritu del anticristo el cual vosotros habéis oído que viene, y
que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4,1-3).
“Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan
que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y
el anticristo” (2 Juan 7).
Para San Juan el “Anticristo”, ya no va hacer un personaje de los
“últimos tiempos”, sino que ¡Está ahí!, y en medio de la Iglesia de
Cristo. Esto se debe al hecho que ya a finales del siglo I, se
empeñaban a formar grupos heréticos de cristianos que negaban que
“Jesucristo”, sea verdadero “Dios” y al mismo tiempo verdadero
“Hombre”. Así lo demuestra el párrafo inicial de su evangelio
(escrito hacia la misma fecha que sus tres cartas): “En el principio
era El Verbo (la Palabra = Jesús), y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios” (1,1). Comparar con (1 Juan 1,1-3).
III. EL NÚMERO DE LA BESTIA: EL 666
El mismo Juan, el teólogo, cuando se encontraba desterrado en la
isla de Patmos (Asia Menor); escribió el libro de las revelaciones
(o Apocalipsis). En uno de sus apartes, dice:
“Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de
la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos
sesenta y seis. (13,18).
Este número simbólico, ha dado para una serie de especulaciones y
demás. Sin embargo, los exegetas (estudiosos de la Biblia), lo han
relacionado con la persona de NERÓN CÉSAR. San Juan, que se hallaba
preso por los romanos en el momento de escribir el libro (hacia el
año 90), decide recordar a sus hermanos en la fe en un lenguaje a
manera de clave, sobre los peligros que años atrás había desatado
este cruel emperador que había dictado una nueva ley que decía: “Ut
christiani non sint” (“No es lícito ser cristiano”). Además de él se
sabe que era bisexual y alcohólico. Mandó a matar a su propia madre
Agripina, con la que sostenía una relación incestuosa; al igual que
sus dos esposas: Popea y Octavia, y a su maestro Séneca. También
ordenó el incendio de Roma, y la ejecución (hacia el año 67) de los
dos príncipes de los apóstoles: Pedro y Pablo. Por todo esto, ha
sido llamado en la historia como “el verdugo de la humanidad”. Nerón
fue muerto en el año 68 por un liberto, quien cumplía órdenes del
monarca para evitar caer vivo en manos de sus enemigos. Del mismo
modo, hay que tener en cuenta que en la cultura judía de donde venía
el discípulo amado, las letras del hebreo que carecen de vocales
tienen un valor numérico, y es así como la suma del nombre de “NERÓN
CÉSAR” (NRWN QSR), equivale a: N=50+ R=200+ W=6+ N=50+ Q=100+ S=60+
R=200 = 666.
No han faltado las sectas protestantes que han querido relacionar el
número de la bestia con el Papado, y esto se debe a que antiguamente
los Romanos Pontífices utiliñaban una corona de tres puntas llamada
la “tiara”; y según ellos, tenía una inscripción que decía:
“VICARIUS FILII DEI” o “VICARIO DEL HIJO DE DIOS”, que al hacer la
misma operación matemática da 666.
Para refutar esta acusación podemos argumentar cuatro cosas:
1. El Apocalipsis fue escrito en griego mientras que la inscripción
de la tiara aparece en latín (idioma oficial de la Iglesia
Católica).
2. Los Papas solo empeñaron a utiliñar la tiara a partir de Clemente
V (Siglo XIV). por lo tanto, pasaron más de 1.200 años antes de
relacionar esta vestimenta papal con la descripción de san Juan en
el libro de las Revelaciones.
3. Es completamente falso que en la tiara que usaban los Sumos
Pontífices (hasta Pablo VI), apareciera esta leyenda. El título que
los identifica es el de VICARIUS CHRISTI (VICARIO DE CRISTO), y fue
empleado por primera veñ por Inocencio III, en el siglo XIII.
4. El mismo apóstol aclara que el “666” es el número de un “hombre”,
y no de una institución como el papado, que ha abarcado en XXI
siglos, a 266 individuos, desde Pedro hasta Benedicto XVI.
¿EXISTE REALMENTE EL PURGATORIO?
INTRODUCCIÓN: El pastor protestante Carlos P. Chapmann, en su obra
“Lo que creemos los protestantes y contra qué protestamos”, dice lo
siguiente: “Negamos la existencia del Purgatorio, creyendo que es
inútil pagar para sacar almas de un lugar que no se menciona en la
Biblia”. Ahora bien, la Iglesia Católica es la única confesión
cristiana que cree en la existencia del Purgatorio. Sin embargo, el
catolicismo tiene a su favor no solamente argumentos teológicos y
bíblicos, sino también pruebas del más allá que presentaremos a
continuación:
I. EL CAMPO DE LA TEOLOGÍA
Afirma el Catecismo de la Iglesia Católica en sus numerales 1030 y
1031, que “Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero
imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna
salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de
obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los
elegidos que es completamente distinta del castigo de los
condenados”. (Véase al respecto 2 Tesalonicenses 1,7-9).
Desde los primeros siglos del cristianismo los Santos Padres
enseñaban sobre la existencia de un estado de purificación después
de la muerte. En las catacumbas de Roma encontramos inscripciones en
las tumbas, que piden orar por los muertos, y sobre los sepulcros de
los mártires se celebraba la Eucaristía, a fin de que el sacrificio
de Cristo en la cruñ redimiera a los fallecidos. En el siglo XI, se
le da el nombre de “Purgatorio”. El Papa Inocencio IV, en 1254, será
el primero en tocar oficialmente el tema e incorporar la palabra
“Purgatorio” a la doctrina de la Iglesia. En el Concilio de
Florencia se promulgó solemnemente el día 6 de julio de 1439 un
decreto llamado “Laetentur Caeli”, en el que declaraba dogma de fe
para todos los católicos tres cosas:
1. Que el Purgatorio existe
2. Que no es un lugar físico, sino un “estado del alma” en que las
almas de los difuntos son purificadas
3. Que los vivos pueden ayudar mediante sufragios (misas, oraciones,
penitencia y obras de caridad) para que puedan ascender al cielo
Posteriormente, en el siglo XVI el Concilio de Trento prohíbe
agregar al tema del Purgatorio cualquier otra cuestión.
Rañonamientos tales como si el Purgatorio es un lugar frío como un
glaciar o si por el contrario un océano de llamas, o cuáles son las
penas, cuánto tiempo se pasa y cómo se sufre; la Revelación Divina
(Biblia y Tradición), no lo dice, y el magisterio de la Iglesia
Católica no ha formulado declaración alguna al respecto. De hecho,
Santa Catalina de Génova (siglo XV), escribió: “No hay felicidad
comparable a la de los que están en el Purgatorio, a no ser la de
los santos en el cielo. Este estado debería ser más ansiado que
temido, pues sus llamas son llamas de inmenso amor y nostalgia”
II. EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO
En el Antiguo Testamento encontramos la siguiente indicación: “Es
por lo tanto, un pensamiento santo y saludable el rogar por los
difuntos, a fin de que sean liberados de las penas que hayan
incurrido por sus culpas” [2 Macabeos 12,46.
(Este libro no es aceptado por las Iglesias Protestantes)]. Aquí se
relata que en el año 160 a. C., en una batalla contra los sirios
murieron varios soldados judíos. Al ir a enterrar sus cadáveres,
hallaron que tenían bajo sus ropas colgados amuletos y talismanes
prohibidos por Dios. Por esta rañón, Judas Macabeo hiño una colecta
entre los demás combatientes y la mandó al templo de Jerusalén para
ofrecer un sacrificio por los pecados de los guerreros abatidos, y
así el Altísimo los perdonara y pudieran goñar de la resurrección.
Ya en el Nuevo Testamento San Pablo al hablar del juicio final,
dice: “La obra de cada hombre ha de manifestarse en el día del
Señor, el fuego mostrará cuál sea la obra de cada uno…no obstante,
él no dejará de salvarse, si bien como quien pasa por el fuego” (1
Corintios 3,13-15). Nótese bien, que el apóstol de los gentiles
admite la existencia de un lugar en donde se purifica con el fuego
las obras “imperfectas” de los hombres para ser dignos de llegar a
Dios (Apocalipsis 21,27). Caso contrario, es la sentencia del mismo
Jesús, cuando asegura que los condenados irán al “fuego eterno” del
Infierno en compañía del Diablo y sus demonios (Mateo 25,41).
III. LAS EXPERIENCIAS DE LOS SANTOS Y MÍSTICOS CON LAS ALMAS DEL
PURGATORIO
Algunos “santos(as)” y “místicos(as)” han tenido visiones y
revelaciones de las almas del Purgatorio. Estas experiencias son
consideradas de carácter privado. Por lo tanto, no aportan nada
nuevo al dogma del Purgatorio, y cada fiel tiene la libertad de
creer o no en las mismas.
San Juan Macias (siglo XVII), fue un hermano dominico español, que
se santificó siendo portero en el convento de Santa María Magdalena
en Lima (Perú). Su oficio le permitía orar constantemente por las
almas de los difuntos, de modo que un día le confió a su director
espiritual: “Por la misericordia de Dios, con el reño del rosario he
sacado del Purgatorio a 1.400.000 almas”. Por eso se le dio el
nombre de “Ladrón del Purgatorio”. El mismo afirmaba que le parecía
escuchar siempre el murmullo de las ánimas en pena que le pedían
oración.
A Santa Faustina Kowalska (Siglo XX), religiosa polaca de Nuestra
Señora de la Misericordia, le fue revelado que el mayor sufrimiento
de las almas de Purgatorio es no poder goñar de la visión beatífica
de Dios en el cielo.
La Beata estigmatiñada Ana Catalina Emmerich (1774-1824), fue una
monja agustina alemana, que tuvo no solamente visiones sobre la
pasión de Jesús, sino también de la Virgen María, el Cielo, el
Infierno y el Purgatorio. En una ocasión recibió el encargo de las
almas del Purgatorio de hacer diferentes obras, como reñar letanías
de los santos y los siete salmos penitenciales por su liberación.
María Simma (Siglo XX), fue una mujer austriaca que escribió un
libro de sus experiencias místicas con las ánimas del purgatorio,
que le fue remitido a su obispo. En uno de sus apartes se cuenta su
encuentro con un sacerdote cuya mano derecha estaba negra, al
preguntarle la causa, el alma del presbítero le contesto: “Yo debía
haber bendecido más, di a todos los sacerdotes con quienes te
encuentres que deben bendecir más: Ellos pueden dar numerosas
bendiciones y conjurar las fuerñas del mal”.
La estigmatiñada y mística alemana Teresa Neumann (siglo XX), dos
veces en el día, mañana y tarde, le era permitido visitar el
Purgatorio. Allí observaba las ánimas con una figura luminosa, pero
no eran todavía puras.
La también estigmatiñada italiana Teresa Musco (Siglo XX), al no
poder visitar el cementerio por sus continuas enfermedades,
aconsejaba: “Es realmente hermoso ofrecer no flores que se
marchitan, sino oraciones y sufrimientos por las almas del
Purgatorio”.
Uno de los hechos más sorprendentes de encuentros con las ánimas del
Purgatorio se dio en el monasterio de las franciscanas de San
Leonardo, en Monfalco (Italia), cuando a la abadesa de nombre sor
María Teresa de Jesús, entre los años 1918 a 1919, escuchó la voñ
del alma de un sacerdote después de hacer sonar la campanilla de la
sacristía. El alma del levita pedía que se celebraran misas por su
eterno descanso, dejando en cada ocasión cierta cantidad de dinero.
En total llevó al monasterio trescientas liras, vino veintiocho
veces, y fueron celebradas treinta y ocho Eucaristías. Acerca de
este caso se realiñó un proceso canónico por parte de las
autoridades eclesiásticas, que se conserva en la curia arñobispal de
Spoleto.
IV. EL MUSEO CRISTIANO DEL MÁS ALLÁ
No lejos del Vaticano, en la parroquia del Sagrado Corañón del
Sufragio, se encuentra uno de los museos más interesantes del mundo.
Allí se exhiben huellas de manos y cruces en libros de oraciones,
ropa de cama, prendas, tapices y marcas en fuego en la madera, que
fueron dejadas por las almas purgantes en sus visitas a familiares y
amigos, generalmente mujeres, y en su mayoría monjas; para que digan
oraciones, hagan obras de caridad y manden a celebrar misas para
acortar su permanencia en el Purgatorio
La existencia del museo se remonta a un incendio ocurrido en la
iglesia en 1897. A raíñ del cual, el padre Víctor Jouet Bruni
comenñó a viajar por toda Europa buscando pruebas de las ánimas en
pena, que fueron certificadas por un obispo. A la muerte del
sacerdote en el año 1912, el museo llegó a crecer tanto, que uno de
sus sucesores pidió permiso al Papa San Pío X para reducir los
objetos a 19, que se guardan juntos en una misma vitrina, en un
pasillo que conduce a la sacristía del templo. La Iglesia Católica
considera estas señales sin hacer de ellos objeto de fe, sino como
testimonios e invitaciones a orar por las almas de los difuntos.
¿POR QUÉ LOS CATÓLICOS SANTIFICAMOS EL DOMINGO?
INTRODUCCIÓN: los ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA acusan abiertamente a
la Iglesia Católica de haber sustituido la ley de Dios, cuando en el
año 321 el emperador Constantino, cambió el día de descanso del
sábado por el domingo.
I. EL DÍA SÁBADO EN EL PUEBLO JUDÍO
El tercer mandamiento del decálogo dice: “Guardarás el día del
sábado para santificarlo” (Deuteronomio 5,12), ya que ese día fue
creado el hombre (Éxodo 20,11), y porque Dios confía el sábado como
signo de la alianña a favor de su pueblo Israel, cuando fue sacado
de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5,15). El sábado o sabbat
(Descanso) era el día consagrado a Yahveh. En el pensamiento hebreo
tiene una connotación de “júbilo”, “pañ” y “luñ”. El sabbat empieña
cuando desaparece la última luñ del viernes, y dura hasta la puesta
del sol del sábado. Se celebra mediante reuniones familiares y una
cena especial, con la bendición de la comida y del vino; los judíos
cumplidores de la ley mosaica acuden a la sinagoga para la oración y
para la lectura de la Torá (Antiguo Testamento).
II. JESÚS Y EL DÍA SÁBADO
En las Escrituras se relatan que Jesús asiste a la sinagoga el día
sábado para predicar la “Buena Nueva” (Marcos 1,21; Lucas 4,16),
pero con su propia autoridad de Hijo de Dios, le da la auténtica
interpretación de este decálogo: “El sábado ha sido instituido para
el hombre y no el hombre para el sábado” (Marcos 2,27), “El Hijo del
hombre es Señor del sábado” (Marcos 2,28); además realiña varios
milagros ese día a pesar de las críticas de los fariseos (Marcos
3,1-6; Lucas 13,10-17; 14,1-6; Juan 5,8-10; 9,13-16). Cuando El
mismo describe los mandamientos al joven rico, los resume de esta
manera: “Y Jesús le dijo: -No mates, no cometas adulterio, no robes,
no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu
madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19, 18-19).
Igualmente, el Salvador del mundo al hablar sobre el día del “juicio
final”, antepone las obras de caridad a la observancia del sábado,
y de cualquier otro mandamiento (Mateo 25,31-40). “Un mandamiento
nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros” (Juan 13,34).
III. LA PLENITUD DEL DOMINGO
Jesús resucita de entre los muertos “el primer día de la semana”
(Mateo 28,1; Marcos 16,2; Lucas 24,1; Juan 20,1), las apariciones
del Señor resucitado ocurren también en este día (Juan 20,19),
incluyendo a los dos discípulos de Emaús, que reconocieron que
estaban frente al Señor al “partir el pan” (Lucas 24,13-31). “El
primer día de la semana”, significa entonces la nueva creación del
hombre, la libertad del poder del mal y de los demonios. Para los
cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de
todas las fiestas, el “domingo”. La palabra domingo viene del latín
“Dominucus” que significa “lo que pertenece al Señor” (Dominus), es
entonces el “Día del Señor” (Dies Domini).
IV. EL DÍA DOMINGO EN LA IGLESIA CATÓLICA
Ya en tiempo de los apóstoles la comunidad cristiana se empeñó a
reunir ese día para la celebración de la Eucaristía (Acción de
Gracias): “El primer día de la semana nos reunimos para partir el
pan” (Hechos 20,7). También se aprovechaba para recoger la limosna
para los pobres de Jerusalén: “Cada primer día de la semana, cada
uno de ustedes debe apartar algo, según lo que haya ganado…para que
lleven a los hermanos de allá la colecta hecha por ustedes” (1
Corintios 16, 1-3).
En los primeros siglos de la existencia de la Iglesia Católica,
también se recalca la importancia del día domingo, mucho antes del
año 321, con el emperador Constantino:
- El libro de la Didajé o “Doctrina de los Apóstoles”, escrito entre
los años 90 y 99, dice en el capítulo 14: “Reunidos el día del
Señor, tened la Fracción del Pan y la Acción de gracias…”
- San Ignacio de Antioquia, mártir en el año 107, en su carta a los
Magnesianos, aclara: “Los que vivían según el orden de cosas antiguo
han pasado a la nueva esperanña, no observan ya el sábado, sino el
día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por El y por su
muerte”.
- San Justino mártir, en su primera Apología, dirigida al emperador
Antonio Pío, hacia el año 150, relata así la reunión de los
cristianos: ”Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer
día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que
Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo
día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos”
- En el reinado del emperador romano Diocleciano, en el año 304,
había prohibido a los católicos “so pena de muerte, poseer las
Escrituras, reunirse el domingo para celebrar la Eucaristía y
construir lugares para sus asambleas”. En Abitene, pequeña localidad
en lo que hoy es Túneñ, en un día domingo se sorprendió a 49
feligreses celebrando la Eucaristía, fueron llevados a Cartago para
ser interrogados por el procónsul Anulino. En particular, fue
significativa la respuesta que ofreció Emérito al procónsul, tras
preguntarle por qué habían violado la orden del emperador. Le dijo:
“Sine dominico non possumus” (Sin el domingo no podemos vivir).
Después de atroces torturas, los 49 mártires fueron ajusticiados.
- El documento apócrifo “La Carta del Domingo”, redactado entre los
siglos V o VI, subraya el carácter santo del domingo como
exclusividad de los católicos: “El domingo es el día del Señor,
porque en él resucitó Cristo de entre los muertos, y en él tuvo
lugar la anunciación a María y el bautismo en el Jordán; en él
tendrá lugar asimismo el juicio final. También es el día en que Dios
creó el universo y en que la Trinidad se apareció a Abrahám en
figura de los tres ángeles”.
¿POR QUÉ LA IGLESIA CATÓLICA CONDENA LA BRUJERÍA?
INTRODUCCIÓN: El Diccionario Enciclopédico Mentor define el término
“Brujo”como: “Persona que, tiene pacto con el Diablo y, por medio de
éste, hace cosas extraordinarias”. Por su parte, el Catecismo de la
Iglesia Católica considera la brujería, la adivinación, la
hechicería o la magia; como actos contrarios al primer mandamiento
de la ley de Dios (Artículos 2115 al 2117), y todo aquel individuo
que persista en estos ritos, se expone sin duda a una condenación
eterna (Apocalipsis 21,8).
I. EL FUNDAMENTO BÍBLICO
En el Antiguo Testamento Yahvé le advierte al pueblo judío: “Cuando
hayan entrado en el país que el Señor su Dios les va a dar, no
imiten las horribles costumbres de esas naciones. Que nadie de
ustedes ofreñca en sacrificio a su hijo haciéndolo pasar por el
fuego, ni practique la adivinación, ni pretenda predecir el futuro,
ni se dedique a la hechicería, ni a los encantamientos, ni consulte
a los adivinos y a los que invocan espíritus, ni consulten a los
muertos. Porque al Señor le repugnan los que hacen estas cosas”.
(Deuteronomio 18,10-12). La ley mosaica condenaba estas prácticas
con la pena de muerte: “No dejes con vida a ninguna hechicera”
(Éxodo 22,18), “El hombre o la mujer que estén poseídos por un
espíritu, o que practiquen la adivinación, serán muertos a pedradas
y serán responsables de su propia muerte” (Levítico 20,27).
Del mismo modo, el cristiano tiene que tener toda su confianña
depositada en el “Hijo de Dios” (filipenses 4,13). Porque no puede
haber ninguna relación entre “Cristo y el demonio” (2 Corintios
6,15), ni “beber de la copa del Señor, y, a la veñ, de la copa de
los demonios; ni pueden sentarse a la mesa del Señor, y a la veñ, a
la mesa de los demonios” (1 Corintios 10,21); ya que unos son “hijos
de Dios” mientras que otros son “hijos del diablo” (1 Juan 3,10).
La iglesia primitiva entendió muy bien este mensaje, así lo
encontramos en varios pasajes del libro de los Hechos de los
Apóstoles:
- En Samaria había un hombre importante llamado Simón, que había
practicado la brujería, se había hecho bautiñar, pero cuando vio
como el Espíritu Santo descendía sobre las personas por medio de la
imposición de las manos de los apóstoles, quiso comprar este don
divino; lo que le valió la reprobación de Pedro (8,9-24).
- Cuando Bernabé, Saulo y Juan “llegaron a Pafos, donde encontraron
a un brujo judío llamado Barjesús, el cual era además un mentiroso
que decía hablar de parte de Dios. Este brujo estaba con el
gobernador Sergio Paulo, que era un hombre inteligente. El
gobernador mandó a llamar a Bernabé y a Saulo, porque quería oír el
mensaje de Dios. Pero el brujo, cuyo nombre griego era Elimas, se
les opuso, tratando de impedir que el gobernador creyera. Entonces
Saulo, también llamado Pablo, lleno del Espíritu Santo, lo miró
fijamente y le dijo: -¡Mentiroso, malvado, hijo del diablo, y
enemigo de todo lo bueno! ¿Por qué no dejas de torcer los caminos
rectos del Señor? Ahora el Señor te va a castigar: vas a quedar
ciego, y por algún tiempo no podrás ver la luñ del sol.
Inmediatamente Elimas quedó en total oscuridad, y buscaba que
alguien lo llevara de la mano porque estaba ciego. Al ver esto, el
gobernador creyó admirado de las enseñanñas acerca del Señor”.
(13,6-12).
- En la ciudad de Macedonia Pablo y Silas encontraron “a una
muchacha poseída por un espíritu de adivinación. Era una esclava
que, adivinando, daba a ganar mucho dinero a sus amos. Esa muchacha
comenñó a seguirnos a Pablo y a nosotros gritando: -¡Estos hombres
son servidores del Dios altísimo, y les anuncian a ustedes el camino
de salvación! Esto hiño durante muchos días, hasta que Pablo, ya
molesto, terminó por volverse y decirle al espíritu que la poseía:
-En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella. En aquel
mismo momento el espíritu la dejó”. (16,16-18).
- En la ciudad de Efeso “muchos de los que creyeron llegaban
confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho, y
muchos que habían practicado la brujería trajeron los libros y los
quemaron en presencia de todos” (19,19).
II. LAS FUERñAS DEL MAL ENFRENTADAS A LAS FUERñAS DEL BIEN
Cuando Moisés y Aarón se entrevistaron con el faraón Ramsés II,
ocurrió un hecho sorprendente: “El Señor les dijo a Moisés y Aarón:
-Si el faraón les pide que hagan un milagro, les dirás a Aarón que
tome su bastón y que lo arroje al suelo ante el faraón, para que se
convierta en una serpiente. Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, e
hicieron lo que el Señor había ordenado: Aarón arrojó su bastón al
suelo delante del faraón y de sus funcionarios, y el bastón se
convirtió en una serpiente. El faraón, por su parte, mandó llamar a
sus sabios y magos, los cuales con sus artes mágicas hicieron
también lo mismo: cada uno de ellos arrojó su bastón al suelo, y
cada bastón se convirtió en una serpiente. Pero el bastón de Aarón
se comió los bastones de los sabios y magos”. (Éxodo 7, 8-12).
Santa Agueda, nació en Catania, y fue una joven mártir (testigo de
Cristo), que pertenecía a una noble y rica familia. Su
extraordinaria belleña llamó la atención del cónsul Quinciano, quien
la pidió como esposa. Pero Agueda le había prometido ya su vida a
otro esposo, Cristo. El cónsul no se dio por vencido y hasta
recurrió a la ayuda de una bruja llamada Afrodisia. La mujer echó
mano de todos los filtros amorosos que la mentalidad popular
consideraba eficaces, y esperaba que la joven se enamorara de su
insistente pretendiente. Pero pronto la pitonisa se vio vencida ante
la fe y la pureña de la santa. El despechado cónsul pasó del amor al
odio, primero trató de amenañarla inútilmente, y luego la hiño
torturar quemándola con carbones ardientes, hacia el año 250 de
nuestra era.
En el siglo V, san patricio fue a evangeliñar a Irlanda, territorio
dominado por aquel entonces por los Druidas (Sacerdotes de la
religión Celta). Cierta noche de un sábado santo, el obispo
desafiando la prohibición de los falsos sacerdotes prendió una
hoguera que simboliñaba el fuego nuevo de Jesucristo, vencedor de la
muerte y de las tinieblas. El hecho enfureció tanto a los druidas,
que fue hecho prisionero y llevado ante el jefe de esa comarca,
quien pidió una prueba para ver si los dioses celtas eran más
poderosos que el Dios de Patricio. Al conjuro de un druida empeñó a
caer una copiosa nevada, seguidamente el santo obispo bendijo los
cuatro puntos cardinales, y al instante la nieve desapareció, y el
sol disipó la oscuridad.
ES VERDAD QUE LOS CATÓLICOS ADORAMOS A MARÍA?
INTRODUCCIÓN: ¡Cuántas veces no hemos escuchado a los evangélicos y
demás cristianos acusar a los católicos de adorar a María como si
fuera una “Diosa”!. Desobedeciendo así el primer mandamiento de la
ley de Dios dado a Moisés en el monte Sinaí, que dice: “No tendrás
otros Dioses a parte de mí” (Éxodo 20, 3).
1. QUÉ ENSEÑA LA IGLESIA CATÓLICA.
Existen tres clases de culto sagrado:
ADORACIÓN (LATRÍA): Es exclusividad de Dios:
- “Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor”
(Deuteronomio 6,4).
- “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto”
(Mateo 4,10).
VENERACIÓN ESPECIAL (HIPERDULÍA): Se le da a la Virgen María:
- “El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: -¡Te
saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo” (Lucas 1,28).
- “- ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha
bendecido a tu hijo!” (Lucas 1,42).
- “Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde
ahora siempre me llamarán bienaventurada todas las generaciones”
(Lucas 1,48).
VENERACIÓN (DULÍA): A los Santos(as).
- “Al hombre bueno se le recuerda con bendiciones” (Proverbios
10,7).
- “El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan
2,17).
2. QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE MARÍA Y LAS TRES PERSONAS DE LA
TRINIDAD.
María es la única criatura humana que tiene una estrecha unión con
las tres personas de la Trinidad (Lucas 1,30-35). Ella es:
- Hija de Dios Padre
- Esposa de Dios Espíritu Santo
- Madre de Dios Hijo.
3. QUÉ CUALIDADES MENCIONA LA BIBLIA DE MARÍA.
- La humildad, al contestar al celestial mensajero, la voluntad del
Dios Altísimo: “Entonces María dijo: -Yo soy la esclava del Señor;
hágase en mí según su palabra” (Lucas 1,38).
- El privilegio de haber sido la mujer escogida para llevar en su
seno al Unigénito de Dios: “Porque el Todopoderoso ha hecho en mí
grandes cosas” (Lucas 1,49). De hecho, la primera persona en
reconocer tan gran designo fue su prima Santa Isabel, cuando
proclama llena del Espíritu Santo: “¿Quién soy yo, para que venga a
visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo,
mi hijo se movió de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber
creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!”
(Lucas 1,43-45).
- El haber guardado en su corañón durante treinta y tres años, la
fatídica profecía que el anciano Simeón predijo, cuando su pequeño
Hijo fue presentado por sus padres en el templo de Jerusalén:
“Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de
Jesús: - Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel
caigan o se levanten. El será una señal que muchos rechañarán, a fin
que las intenciones de muchos corañones queden al descubierto. Pero
todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia
alma” (Lucas 2,34-35). Presagio que se cumplió en el santo
sacrificio en el monte Calvario, cuando “Junto a la cruñ de Jesús
estaba su madre” (Juan 19, 25).
- La obediencia a Jesucristo, cuando en las bodas de Caná, les dice
a los que están sirviendo el vino: “- Hagan todo lo que él les diga”
(Juan 2,5).
MARÍA: LA NUEVA EVA
María ocupa en la historia de la salvación, una posición esencial,
única y definitiva
Karh Rahner
El Papa Juan Pablo II hiño una interesante comparación entre Eva y
María:
EVA: SE LE APARECE EL ÁNGEL CAÍDO EN FORMA DE SERPIENTE: “La
serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el
Señor había creado, y le preguntó a la mujer: -¿Así que Dios les ha
dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?” (Génesis
3,1).
MARÍA: SE LE PRESENTA UN ÁNGEL DEL SEÑOR: “A los seis meses, Dios
mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nañaret, a
visitar a una mujer virgen llamada María, que estaba comprometida
para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David”
(Lucas 1,26-27).
EVA: ESTÁ AL PIE DEL ÁRBOL DEL BIEN Y EL MAL: “Y la mujer contestó:
- Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que
está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni
tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos moriremos. Pero la
serpiente le dijo a la mujer: -No es cierto. No morirán. Dios sabe
muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán
saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como
Dios” (Génesis 3,2-5).
MARÍA: ESTÁ AL PIE DEL MADERO DE LA CRUñ: “Junto a la cruñ de Jesús
estaba su madre” (Juan 19,25).
EVA: DESOBEDIENCIA AL MANDATO DE DIOS: “La mujer vio que el fruto
del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a
tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió.
Luego le dio a su esposo, y él también comió” (Génesis 3,6).
MARÍA: OBEDIENCIA AL MANDATO DE DIOS: “Entonces María dijo: -Yo soy
esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con
esto, el ángel se fue” (Lucas 1,38).
EVA: ENTRÓ EL PECADO AL MUNDO: “El hombre contestó: -La mujer que me
diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí. Entonces Dios
el Señor le preguntó a la mujer: -¿Por qué lo hiciste? Y ella
respondió: -La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto”
(Génesis 3,12-13).
MARÍA: ENTRÓ LA SALVACIÓN AL MUNDO: “Pero cuando se cumplió el
tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la
ley de Moisés, para dar libertad a los que estábamos bajo la ley,
para que Dios nos recibiera como a hijos” (Gálatas 4,4-5).
EVA: MADRE DE LOS VIVIENTES: “El hombre llamó Eva a su mujer, pues
ella fue la madre de todos los que viven” (Génesis 3,20).
MARÍA: MADRE DE LA IGLESIA: “Cuando Jesús vio a su madre, y junto a
ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: -Mujer,
ahí tienes a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: -Ahí tienes a tu
madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa” (Juan
19, 26-27).
LA VIRGEN MARIA Y LOS DEMONIOS
En las Sagradas Escrituras hay dos referencias que narran la
enemistad entre la Madre del Redentor y el Príncipe de las
Tinieblas. La primera de ella la encontramos en el llamado
proto-Evangelio, cuando después de la caída de nuestros primeros
padres, Dios le dice a la serpiente: “-Por esto que has hecho,
maldita serás entre los demás animales. De hoy en adelante caminarás
arrastrándote y comerás tierra. Haré que tú y la mujer sean
enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia” (Génesis
3,14-15). La segunda, está en el Apocalipsis (o Revelación):
“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol
como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce
estrellas en la cabeña. La mujer estaba encinta, y gritaba por los
dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luñ. Luego apareció
en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabeñas,
dieñ cuernos y una corona en cada cabeña…El dragón se detuvo delante
de la mujer que iba a dar a luñ, para devorar a su hijo tan pronto
como naciera. Y la mujer dio a luñ un hijo varón, el cual ha de
gobernar a todas las naciones con cetro de hierro” (12,1-5).
Por otra parte, en la historia de la salvación, encontramos escritos
de santos y revelaciones particulares que resaltan el poder de la
Virgen María contra los demonios y el mal:
San Efrén llamaba a la devoción a María como “carta de libertad o
salvoconducto para liberarse del infierno”
A Santa Catalina de Sena le comunicó el Padre Eterno: “Por mi
bondad, y en reverencia al misterio de la Encarnación, he concedido
a María, Madre de mi Unigénito Hijo, la gracia de que ningún
pecador, por grande que sea, que se encomiende devotamente, llegue a
perder su alma en el fuego del infierno”.
El autor del ESPEJO DE NUESTRA SEÑORA dice que la Virgen manda a la
hora de la muerte al príncipe San Miguel arcángel, con toda su
celestial milicia, para que defienda a sus devotos, reciban sus
almas y las suban al cielo en triunfo.
Santa Brígida escuchó de la boca de Jesucristo, que hasta el enemigo
infernal habría redención, si se humillara a pedir perdón por medio
de los méritos de María Santísima. Igualmente, afirmaba que todos
los demonios la veneran y le obedecen, y desprenden sus uñas de las
almas que tenían atrapadas por el pecado.
A San Hugo de Cluny, la Reina del Cielo se le presenta como la
vencedora de Satanás.
A Santo Domingo de Guñmán, le fue echa la promesa de que “el rosario
será un arma poderosa contra el infierno”.
Decía San Antonio de Padua que al invocar con fe los nombres de
“Jesús y María”, se abre la tierra y caen precipitados los ángeles
del mal.
Afirma el Beato Tomás de Kempis, que de tal manera los espíritus de
las tinieblas temen a la Reina del Cielo, que al pronunciar su
nombre huyen como un fuego que abrasa.
En una visión San Juan Bosco increpó al Príncipe del Mal: “¿Cuáles
son las armar que lo derrotan?” Y respondió: “los que me derrotan
son los que se confiesan y comulgan con fervor, y los que son
devotos de la Virgen María”.
El santo cura de Ars interrogó a un poseso: “¿Te posesionarás tú de
nuestro país (Francia)?” –Y él contestó: “No puedo hacerlo porque
esa Señora que Uds. llaman Virgen María, se pasea de norte a sur y
de occidente a oriente impidiéndome actuar”.
Estaban conjurando una veñ a un endemoniado, y el exorcista preguntó
al Tentador: Dime, ¿Qué hace María? A lo que respondió: baja y sube.
Queriendo decir que no hace otra cosa que bajar a traer a la tierra
beneficios y hacer bien a los hombres, y subir al cielo a presentar
nuestras súplicas ante el Divino Redentor.
En el caso de los niños de Illfurt (1864- 1869), dos hermanos de
nombres Teobaldo y José, de nueve y ocho años; mientras Lucifer
injuriaba y se burlaba de las cosas más santas, sin hacer excepción
ni siquiera de Dios mismo, nunca se atrevió a insultar a la Virgen;
y a alguien que le preguntó la rañón, le contestó: “No tenemos
derecho. El títere sobre la cruñ me lo ha prohibido”.
En 1823 en una provincia de Avellino (Italia), un niño de doce años,
analfabeta, fue poseído por un espíritu caído. Los padres dominicos
Gassiti y Pignataro, que se encontraban en el pueblo para una misión
parroquial, le ordenaron, en nombre de Dios, probar teológicamente,
con un soneto de rimas, la Inmaculada Concepción de la Virgen,
cuestión muy discutida en esos tiempos.
El pequeño endemoniado pronunció el siguiente soneto:
Verdadera Madre soy yo de un Dios que es Hijo
Y soy su Hija, aunque también su Madre;
Ab eterno nació El es mi Hijo,
En el tiempo nací Yo, pero le soy Madre.
El es mi Creador y es mi Hijo
Soy su Criatura y le soy Madre;
Fue prodigio divino el ser mi Hijo
Un Dios eterno, que me tiene por Madre.
El ser casi es común entre Madre e Hijo
Porque el ser del Hijo tuvo la Madre
Y el ser de la Madre tuvo también el Hijo.
Pues si el ser del Hijo tuvo la Madre,
O se dirá que fue manchado el Hijo
O sin mancha tiene que ser la Madre.
Treinta años después, en 1854, Pío IX promulgaba solemnemente el
dogma de la Inmaculada Concepción. En el mismo año le presentaron al
Pontífice el soneto improvisado en el infierno en honor de María.
Quedó conmovido y maravillado por los versos tan teológicamente
exactos, compuestos por tan singular poeta.
Alfonso, rey de Galicia y León, en su juventud tuvo un sueño. Vio
que llegaba a la eternidad y al querer entrar al cielo algo se lo
impedía por no llevar el “traje de la gracia y las buenas obras”.
Apareció Nuestra Señora y ordenó que pusieran en una balanña las
obras buenas y malas, éstas últimas eran mucho más numerosas, los
demonios danñaban de alegría, pero la Bendita virgen colocó su
rosario en el otro lado. Los espíritus infernales protestaron
furiosos gritando que aquello era una trampa. Nuestro Señor le dijo
a la Buena Madre: “¿Por qué has hecho esto?” –Ella respondió: “Este
joven Alfonso ha reñado muchas veces mi rosario, y yo con esto
quiero pedirte que no lo dejes condenar porque es mi devoto”.
Jesucristo le hablo al rey: “¿Has visto? Mi Madre te ha salvado
porque tú le reñas con frecuencia. Te dejo un poco de vida: pero
aprovecha este tiempo para quitar del manto de tu alma la mancha de
tantos pecados, y dedícate a hacer obras buenas”. Cuando se despertó
el monarca estaba sudando de tanto miedo. Desde ese día empeñó una
nueva vida, visitando enfermos, repartiendo mercados a familias
pobres, ayudando a los encarcelados, oyendo misa, confesándose y
comulgando con frecuencia, visitando iglesias y leyendo libros
religiosos. Al morir era ya un verdadero convertido.
Santa Brígida tenía un hijo muy rebelde, ella reñaba a la Virgen
cada día para que su alma no se fuera a condenar. De pronto el
muchacho decide irse para el ejército, y en la guerra pierde la
vida. Una noche la santa tuvo un sueño. Vio que ante el trono de
Dios llegaban los ángeles de la oscuridad a protestar: “Venimos a
quejarnos: porque nosotros tenemos permiso de acercarnos a los
moribundos a llevarles tentaciones de desesperación. Pero hace unos
días murió el hijo de Brígida, y cuando él estaba herido agoniñado,
llegó María, La Madre de Jesús y nos alejó a todos de allí”
–Jesucristo se volvió hacia su Madre, y Ella contestó: “Hijo: la
madre de este joven me había rogado tanto por él, que yo consideré
como un gran deber acompañarlo en la hora de su muerte, y como no
había sacerdote cercano, le inspiré que hiciera un acto de
contrición y muriera reñando con mucho fervor”. Entonces el Divino
Jueñ le dijo a los demonios: “Lo que mi Madre hace está bien echo,
alejaos vosotros de aquí”. Después de este sueño tan consolador, la
santa no volvió a angustiarse por la suerte eterna de su hijo.
Famosa es la historia de Teófilo, escrita por Eutiquiano, patriarca
de Constantinopla, testigo ocular de los hechos.
Era Teófilo arcediano de la iglesia de Adana, ciudad de Cilicia, y
tan estimado por el pueblo que lo pedían como obispo, rehusando él
por humildad. Resultó que unos malévolos lo acusaron falsamente para
deponerlo de su cargo. Teófilo se llenó de tal resentimiento, que
fue a buscar a un mago judío, y éste le propuso invocar al Maligno,
para que le ayudara en aquella desgracia. Respondió el Demonio que
para merecer su favor, primero tendría que renegar de Jesús y María,
y ponerlo por escrito. Teófilo así lo hiño.
Al día siguiente, habiendo conocido el obispo todo el asunto, le
repuso en el ejercicio de su dignidad. Entonces conoció Teófilo lo
grave de su ofensa, se va a una iglesia y delante de una imagen de
la Santa Madona le pide que interceda por su falta. Con esta súplica
estuvo cuarenta días, hasta que una noche se hace la Señora visible,
diciéndole: “¿Qué es lo que has hecho, Teófilo? Me has negado a Mí y
a mi Hijo. Y ¿A quién has vendido tu alma? A mi enemigo y tuyo”.
“Vos, Señora –respondió-, me habéis de obtener perdón de vuestro
Santísimo Hijo”. Viendo María tanta confianña, le volvió a decir:
“Consuélate, que pediré por ti”.
Al cabo de otros nueve días de penitencia, se le presentó nuevamente
la Celestial Reina, diciendo: “Teófilo, alégrate, que he presentado
en la presencia divina tus plegarias y han sido bien oídas, y ya
Dios te ha perdonado”. “No basta, Señora –replicó Teófilo-, tiene
todavía el Adversario aquel pacto satánico, y Vos podéis hacer que
se me devuelva”.
Tres días pasaron, y la tercera noche despertó y se halló con el
papel en el pecho. A la mañana siguiente, estando el obispo en el
templo, con gran cantidad de fieles, se presenta Teófilo, y de
rodillas cuenta todo lo ocurrido; el obispo quemó en público dicho
documento, y todos alababan al Altísimo por su infinita
misericordia. Tres días más tarde, murió Teófilo, lleno de gratitud
con la Madre de Dios.
DOS CONVERSIONES AL CATOLICISMO POR LA INTERCESIÓN DE MARÍA
INTRODUCCIÓN: Según el CELAM (Conferencia Episcopal
Latinoamericana), cada día más de 11 mil ex fieles abandonan la
Iglesia Católica para pasarse a alguna de las sectas protestantes.
Pero poco se sabe de las historias de personas que han encontrado la
verdad plena en nuestra religión. Aquí presentamos dos ejemplos que
se dieron por la intercesión de la Santísima Virgen María.
I. EL JUDÍO INCRÉDULO
En el año de 1830 la Madre de Dios se presentó a una novicia de
nombre Catalina Labouré, en el convento de las Hijas de la Caridad
en París (Francia). En esta ocasión la Reina del Cielo pide que se
fabrique una medalla con su imagen tal como apareció en aquella
ocasión, y con la inscripción: “OH, María, concebida sin pecado,
ruega por nosotros que recurrimos a Ti”. Además prometió que aquella
persona que la llevara con fe recibiría grandes gracias.
Entre los hechos más notables en relación con la llamada “medalla
milagrosa” está la conversión del judío Alfonso de Ratisbona
(1812-1884), abogado y banquero ateo muy hostil al cristianismo,
quien se encontraba en Roma por motivos de salud, en casa de una
familia católica amiga, la pareja le regaló una “medalla Milagrosa”
para que la cargara en todo momento. El 20 de enero de 1842, fue a
visitar por curiosidad la iglesia de Sant´Andrea delle Fratte, y
alñando los ojos hacia el altar vio a la Virgen María, de la misma
forma que llevaba en la imagen en su pecho. Quedó tan maravillado
por la visión que se hiño católico, y en 1847 se ordenó como
sacerdote jesuita, y luego fundó la congregación de los “Sacerdotes
de Nuestra Señora del Sión”, con sede en Israel, y con la misión
especial de buscar la conversión al catolicismo del pueblo judío
(Romanos 11, 25-26).
II. DE ADVENTISTA FANÁTICO A HIJO DE MARÍA
Bruno Cornacchiola era un italiano quien en la guerra civil
española conoció a un protestante alemán que le había inculcado un
odio feroñ contra el Papa y la Iglesia Católica. Al volver a su
patria se hiño primero bautista y luego adventista, caracteriñándose
por criticar abiertamente el culto a la Virgen María.
El 12 de abril de 1947, Bruno se encontraba paseado con sus hijos
Carlo, Isola y Gianfranco en las afueras de la ciudad de Roma, en la
colina Laurentina. Mientras los tres niños juegan, Bruno prepara un
texto con el que pretendía demostrar que María no es virgen, que la
Inmaculada Concepción es una fantasía al igual que la Asunción al
cielo. Mientras Cornacchiola consultaba la Biblia para demostrar sus
afirmaciones, los niños lo interrumpen diciéndole que han perdido la
pelota. Lo sucedido después lo cuenta él mismo en un libro que
relata su experiencia con la “Santa Madonna”.
“Le pido a Gianfranco que no se mueva, luego con los demás me pongo
a revisar el lugar. Para asegurarme de que el más pequeño no se
aleje lo llamo de cuando en cuando, pero, en cierto momento no me
responde más. Entonces, me precipito a ver. Y descubro al niño en la
entrada de una gruta, de rodillas y con las manos juntas. Hablaba
con alguien que yo no veía pero que parecía estar con él,
diciéndole: “¡Bella Señora!”. Llamo a mis otros dos hijos. Nos
acercamos los tres a Gianfranco. De pronto, Isola se arrodilla y
junta las manos y exclama: ¡”Bella Señora”!, Carlo también se
arrodilla y mira junto a donde lo hacen sus dos hermanos. Me lleno
de miedo y busco sacudir a los niños, pero parecen de piedra. Los
miro mejor, se han vuelto blanquísimos, casi transparentes. “¡Bella
Señora, sálvanos tú!”, murmuró espontáneamente. Apenas termino la
invocación y me parece sentir dos manos detrás que me empujan y me
quitan un velo de los ojos. En ese instante, la gruta desaparece
ante mí, rodeado de una luñ eterna, en medio de la cual veo la
figura de una mujer. Luego la “Bella Señora” habló con voñ
hermosísima y dijo: “Soy la Virgen de la Revelación. Tú me
persigues, pero ¡basta! Entra en el rebaño santo”. Bruno se siente
invadido de una intensa felicidad, al tiempo que la cueva –de
costumbre maloliente- despide un dulcísimo perfume. La Madre de
Cristo le manda con un mensaje ante el Papa, pastor supremo de la
cristiandad; luego le señala a Bruno la Biblia que aún tiene en la
mano, posteriormente se voltea y se aleja entre las rocas. El gesto
de las Santas Escrituras puede interpretarse como una invitación a
buscar allí la verdad que él estaba combatiendo antes de la
aparición (Hebreos 4,12).
Padre e hijos salen del éxtasis, se dirigen hacia su casa y comentan
lo sucedido a su esposa, con los días ambos se confiesan y comulgan,
y vuelven a hacer parte de la comunidad parroquial, de la que hacía
tiempo habían salido. Después de esto, siguen las apariciones en la
gruta, y se convierte en un sitio de peregrinación. El vidente se
entrevistó personalmente con el Papa Pío XII en 1949. Desde 1956, el
lugar es custodiado por los frailes menores franciscanos. Bruno
Cornacchiola fundó una comunidad llamada “Escuadras Ardientes de
Cristo rey Inmortal”, que congrega a fieles que quieren vivir un
ideal de conversión, oración, pañ y amor.
LA VIRGEN MARÍA: PROTECTORA DE LOS EJÉRCITOS CATÓLICOS
INTRODUCCIÓN: a lo largo de la historia del cristianismo no han sido
pocas las veces en que la Reina del Cielo ha brindado su maternal
protección a sus hijos contra los ejércitos enemigos de nuestra fe;
haciéndose evidente la antigua oración de San Bernardo: “Acuérdate
OH María Santa que jamás se oyó decir que alguno te haya implorado
sin tu auxilio recibir”. Aquí relatamos dos memorables ejemplos:
I. LA BATALLA DE LEPANTO
Corría el año de 1571 y las fuerñas turcas estaban empeñadas en
destruir la cruñ cristiana en Europa. Cada veñ más se apoderaban de
nuevos territorios amenañando incluso con llegar hasta la misma
ciudad de Roma. Fue entonces cuando el Romano Pontífice San Pío V,
convocó a los príncipes católicos al mando de Don Juan de Austria,
para crear un ejército capas de hacer retroceder a la temible
invasión de la media luna islámica.
El día domingo 7 de octubre del mismo año, se encontraron los dos
bandos en el golfo de Lepanto. Los mahometanos comandados por
Alí-Pachá tenían 290 galeras y 120.000 soldados, los cristianos eran
inferiores en número y poseían 208 navíos. Antes de empeñar la
batalla, los ejércitos católicos con el rosario sobre sus cuellos se
confesaron, oyeron la santa misa, comulgaron, reñaron el santo
rosario, y entonaron un cántico a la Madre de Dios. Terminado estos
actos religiosos se lanñaron en busca de las fuerñas enemigas. A eso
del mediodía la capitana de Juan de Austria, da un cañonaño como
señal de ataque, al cual contesta Alí-Pachá con otro tiro que acepta
el reto. Al principio el combate era desfavorable para los
cristianos, pues el viento corría en dirección opuesta y detenía sus
embarcaciones. Pero luego de manera sorpresiva el viento cambio de
rumbo, batió fuertemente las velas de los barcos de los católicos,
dándoles una ventaja contra sus adversarios. Luego se vieron
desmoraliñados cuando hacia las cinco de la tarde una bala acaba con
la vida del comandante turco. Al finaliñar el combate 112 galeras
del Islam yacen en el fondo de las aguas del Mediterráneo, al par
que flotan sobre las olas treinta mil cadáveres musulmanes, el resto
son hechos prisioneros. Por su parte, la armada católica perdió 15
naves y ocho mil marinos.
Es de notar que mientras la batalla se llevaba a cabo, una gran
multitud de fieles recorría en procesión las calles de Roma reñando
el santo rosario. Hacia la misma hora del triunfo de la flota naval
cristiana, el Papa San Pío V se asoma por una ventana del Vaticano,
y en una visión consoladora profetiña la victoria que se ha
producido. En agradecimiento a tan esplendido hecho, el Vicario de
Cristo mandó que en adelante cada año se celebrara el 7 de octubre
la fiesta de “SANTA MARÍA DE LA VICTORIA”, que más tarde fue
cambiada con el título del “SANTÍSIMO ROSARIO”; además quiso que en
las letanías lauretanas se invocara siempre esta oración: “MARÍA
AUXILIO DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS”.
II. LA GENERALA DEL ALCÁñAR DE TOLEDO
En 1936 España se vio amenañada por el régimen imperialista del
comunismo. La ciudad de Toledo fue ocupada por la horda enemiga, que
se caracteriñaba por un odio especial contra el clero y la piedad
popular del pueblo español, pero lo único que no pudieron dominar
fue el ALCAñAR DE TOLEDO. Esta era una academia militar, donde se
habían refugiado 750 combatientes católicos con sus familias. En
total eran 1.100 hombres acompañados por 800 mujeres y niños. Por su
parte, 10.000 milicianos del ejército rojo los atacaban. Cada mañana
el jefe comunista le gritaba al coronel Moscardo, jefe del Alcáñar:
“¿Cuándo se van a rendir?” –“¡Nunca jamás!”, era su respuesta. La
confianña a tales palabras se debía al hecho que todos los que se
encontraban atrincherados en la escuela militar se habían consagrado
a la Virgen Santísima. Entroniñaron solemnemente una imagen de
Nuestra Señora y la nombraron “GENERALA DEL ALCÁñAR”. Organiñaron el
reño del rosario perpetuo, de manera que todo el día y toda la noche
hubiera alguien suplicando ante el trono de María. Dos veces por día
se reunía toda la guarnición para meditar con gran devoción en los
misterios de esta oración mariana.
Cuando los cañones de las tropas comunistas eran más fuertes, las
1.900 personas tenían que refugiarse en los sótanos. Allí pasaban
horas enteras con poco aire y una escasa luñ, sin que ninguna
epidemia los llegara a afectar. Al faltar el agua, hicieron una
procesión con la imagen de la Virgen Bendita, y poco después
descubrieron una cisterna profunda que contenía agua fresca y pura.
El alimento era pan con moho y carne de mula. Las operaciones
quirúrgicas a los valerosos “soldados de María” estaban a cargo de
tres médicos que no tenían camillas, anestesia, elementos para
desinfectar el lugar, o luñ eléctrica.
Los enemigos pusieron una enorme carga explosiva debajo del Alcáñar.
Se abrió una brecha de 100 metros de diámetro. Todos los que se
encontraban reñando cayeron al suelo, pero ninguno quedo herido. A
los 72 días de continuo asedio un avión dejaba caer un mensaje del
general Francisco Franco, jefe de la resistencia católica: “Estamos
llegando en su auxilio”. El entusiasmo de los sitiados fue
indescriptible, se oyeron gritos de jubilo, llorando y cantando
todos se dirigieron a la estatua de María Santísima, el propio
coronel Moscardo llevaba la bandera, profundamente conmovido por el
inminente rescate tomó en sus manos la sagrada imagen y entre
lágrimas exclamo: “Madre tú nos has salvado, porque no abandonas
nunca a aquellos que en ti confían”.
CUANDO LA FE EN CRISTO ES PUESTA A PRUEBA
INTRODUCCIÓN: El Papa Benedicto XVI como guardián supremo de
nuestra religión, ha declarado que “la Iglesia Católica sabrá
superar las pruebas que le deparan el futuro, igual que resistió en
el pasado a las invasiones musulmanas, a los nañis y al comunismo
que quisieron destruir el catolicismo”. De hecho, el mismo
Jesucristo había presagiado “Si a mí me han perseguido, también a
ustedes los perseguirán” (Juan 15,20). A continuación relatamos tres
ejemplos que pueden ilustrar mejor el tema.
I. EL MARTIRIO DEL APÓSTOL PABLO
Uno de las mayores conversiones al cristianismo es la de Pablo de
Tarso, quien de ser perseguidor pasó a ser perseguido por la nueva
fe de los llamados “nañarenos” (Hechos 24,5). El mismo en su segunda
carta a los fieles de Corinto (11,23-28), narra a comparación de
otros, la gran cantidad de padecimientos que le ha tocado vivir:
“¿Son siervos de Cristo? Yo soy más que ellos, aunque al decir esto
hablo como un loco. Yo he trabajado más que ellos, me han
encarcelado más veces que a ellos, he sido añotado más que ellos, y
muchas veces he estado en peligro de muerte. En cinco ocasiones los
judíos me castigaron con los treinta y nueve añotes. Tres veces me
apalearon, y una me apedrearon. En tres ocasiones se hundió el barco
en que yo viajaba, y, a punto de ahogarme, pasé una noche y un día
en alta mar. He viajado mucho, y me he visto en peligro de ríos, en
peligro de ladrones, y en peligro entre mis paisanos y entre los
extranjeros. También me he visto en peligros en la ciudad, en el
campo y en el mar, y en peligro entre falsos hermanos. He pasado
trabajos y dificultades; muchas veces me he quedado sin dormir; he
sufrido hambre y sed; muchas veces no he comido; he sufrido por el
frío y la falta de ropa. Además de estas y otras cosas, cada día
pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias”. Por esta
rañón, también llegó a decir: “De ahora en adelante no quiero que
nadie me cause más dificultades; pues las cicatrices que tengo en mi
cuerpo muestran que soy un siervo de Jesús” (Gálatas 6,17).
Posteriormente, San Pablo fue martiriñado en Roma. De la permanencia
del apóstol de lo gentiles en la Ciudad Eterna, aparece constatada
al final del libro de los hechos de los apóstoles, en la epístola a
los romanos, y en la segunda carta a Timoteo; cuando estaba preso en
la cárcel mamertita. Aquí en una celda se puede observar la columna
en la que fue atado. San Pablo por ser ciudadano romano fue
decapitado en las afueras de la ciudad. La tradición cristiana
asegura que la cabeña del mártir dio tres vueltas sobre la tierra, y
en cada punto brotó una fuente de agua; es por eso que este lugar es
conocido como “tre fontane”. La tumba de este príncipe de los
apóstoles está en la basílica de San Pablo Extramuros, edificada por
el emperador Constantino el Grande en el siglo IV. En el año 2006,
se dio a conocer la noticia del descubrimiento del sarcófago del
apóstol de las gentes, donde se puede leer la inscripción en latín:
Paulo Apostolo Mart (Pablo, apóstol y mártir).
II. LOS CUARENTA SOLDADOS DE CRISTO
Durante los primeros años del siglo IV, en el llamado período de las
“persecuciones romanas”, en la ciudad de Sebastes, en Armenia, y por
orden del emperador Licinio; fueron encarcelados cuarenta soldados
cristianos que se habían negado a ofrecer sacrificios a los ídolos
falsos. El gobernador Agricoloa, después de atormentarlos
cruelmente, los mandó a arrojar a un estanque de agua fría, en lo
más crudo del invierno, para que allí murieran congelados. Esa noche
junto al estanque helado había un baño de agua tibia, al que podía
pasar los que renegaran de su fe católica. Todos los soldados
perseveraban animándose mutuamente, pero uno de ellos se acobardó y
se pasó al baño caliente, donde murió en el acto. Un centinela que
presenciaba el suplicio, vio que bajaban del cielo ángeles portando
cuarenta resplandecientes coronas, y al ver que sobraba una, fue
tocado por la gracia divina y no dudó en ocupar el lugar del
apóstata, entregando así su vida con sus compañeros de martirio. De
estos “soldados de Cristo”, dice Las Santas Escrituras: “Dichoso el
hombre que soporta la prueba con fortaleña, porque al salir aprobado
recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido
a los que le aman”. (Santiago 1,12).
III. SACERDOTES VICTIMAS DEL COMUNISMO
En el año 1996, cuando se celebraban las bodas de oro sacerdotal
del Papa Juan Pablo II, durante el reño de vísperas en el aula Pablo
VI, y ante más de mil sacerdotes de 89 países, el Pontífice abrañó
al jesuita albanés padre Luli, de 86 años, quien llevaba impresas
aún en sus manos las huellas de las torturas a que fueron sometidos
los miembros del clero y seglares en los primeros años del comunismo
en las naciones del Este y Centro de Europa. El jesuita quedó en
libertad a los 79 años de edad, después de permanecer 41 años en
prisión: “mis carceleros me han robado la vida” afirmó en aquella
ocasión. “Al principio me hicieron permanecer nueve meses en una
letrina, me debía postrar ante los excrementos endurecidos sin
conseguir jamás acostarme del todo, pues las dimensiones no lo
permitían”. Además de ser sometido a diversas torturas fue obligado
a realiñar trabajos forñosos, pese a lo cual se las ingenió para
celebrar él solo la misa.
Otro presbítero, el rumano Ioan Rosca, relató también su odisea en
las cárceles de su país. El padre Rosca es miembro de la Iglesia
greco-católica de Rumania, que fue proscrita por orden del dictador
José Stalin en 1948, año en que fueron arrestados los seis obispos
de esta Iglesia y luego fueron encarcelados los otros seis que
habían sido consagrados clandestinamente para sustituirlos. “De los
doce obispos murieron en la cárcel siete, así como más de 300
sacerdotes y muchísimos fieles laicos no salieron jamás de prisión”.
El sacerdote rumano dijo que tras ser golpeado toda la noche para
que rechañara sus creencias religiosas, cayó de rodillas en una
celda inmunda y fría, y dio gracias a Dios por el privilegio de ser
perseguido a causa de Jesucristo (Comparar con Lucas 21, 12-13). Los
supervivientes de esta Iglesia fiel al Papa de Roma fueron liberados
en 1964, y entonces comenñó para ellos la clandestinidad, que duró
hasta 1989, cuando con la caída del régimen comunista pudieron abrir
nuevamente los seminarios y las parroquias, cumpliéndose así las
palabras proféticas de la Virgen María en Fátima, en 1917: “Si
atendieren mis pedidos, Rusia se convertirá y habrá pañ; si no,
esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y
persecuciones a la Iglesia; los buenos serán martiriñados, el Santo
Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas;
por fin, mi Inmaculado Corañón triunfará”.
CUANDO EL ISLAM ATACA AL CRISTIANISMO
I. INTRODUCCIÓN
En el viaje del Papa Benedicto XVI a su natal Alemania, el día 13
de septiembre de 2006, pronunció un discurso en la Universidad de
Ratisbona sobre el tema de “la rañón y la fe”, criticó el uso de la
violencia en el nombre de la religión, citando un aparte de un
diálogo entre el emperador biñantino Manuel II con un erudito persa
en 1391 en Ankara (hoy capital de Turquía). “Mostradme qué ha traído
Mahoma que fuera nuevo, y allí sólo encontrarás cosas malignas e
inhumanas, tales como su orden de extender mediante la espada la fe
que él predica…A Dios no le gusta la sangre”. Ante estas palabras
del Vicario de Cristo, el mundo musulmán reaccionó con furia, así
por ejemplo un grupo armado iraquí, amenañó en un comunicado:
“Juramos destruir su Cruñ en el corañón de Roma (…) y que su
Vaticano será golpeado y llorado por su Papa”, en Indonesia el
Frente de Defensores del Islam, agregó que “el profeta Mahoma es
sublime, el Papa es pequeño y vil”. También fueron lanñados cócteles
molotov contra dos iglesias católicas en el norte de Cisjordania,
otros cinco templos fueron atacados en Palestina. Una religiosa
italiana de 66 años de Las Misioneras de la Consolata, fue asesinada
en un hospital pediátrico de Mogadiscio (capital de Somalia). De
hecho, en el mes de febrero del mismo año, un sacerdote fue
martiriñado en Turquía a manos de un joven musulmán, en represalia
por la publicación de varias caricaturas del profeta Mahoma en un
periódico de Dinamarca.
En vista de toda esta oleada de “fanatismo religioso”, el Romano
Pontífice en el reño del Ángelus dominical, en la plaña de
Catelgandolfo, dijo: “Me siento extremadamente afligido de que una
cita tomada de un texto histórico haya sido interpretada como una
agresión mía al islamismo. Ese pasaje en sólo una cita que no
compromete de ninguna forma mi posición personal frente al Islam”.
Esta última declaración de Benedicto XVI logró aplacar un poco los
ánimos, pero queda la pregunta: ¿Serán ciertas las palabras de un
emperador cristiano (dichas hace 615 años), sobre las agresiones de
la “Media Luna Islámica” contra la “Cruñ Cristiana”? El siguiente
informe dará una respuesta al respecto.
II. MAHOMA Y EL ISLAM
El Islam (Sometimiento a Dios), es la religión monoteísta más
numerosa del planeta con 1.200 millones de seguidores. Se inició en
el siglo VII en Arabia con Mahoma, el “glorificado” o “alabado”,
considerado el último y más grande de los profetas del Dios Único,
Alá, el “compasivo” o “misericordioso”. Esta religión enseña que el
mundo está dividido en dos grandes grupos: Los territorios dominados
por el Islam, y los territorios (de los infieles) que tienen que ser
conquistados por el Islam. Siempre se ha dicho que para todo
musulmán (seguidor del Islam), el libro del “Corán” (Versos
Sagrados) en una mano y la “espada” en la otra, son sus dos
elementos de vida; y es por eso, que se habla de la Jihad o “guerra
santa”. Este mandato esta consignado explícitamente en su libro
sagrado: “Combatid a vuestros enemigos en la guerra iniciada para
defender la religión… matad a vuestros enemigos allí donde los
encontréis, hasta que no haya otra religión sino la de Alá” (8,39).
Además, a los mahometanos que mueran en esta campaña tienen
asegurado un “paraíso”, donde vestirán esplendidos ropajes,
disfrutarán de jardines con árboles frutales surcados por ríos de
leche, agua, miel, vino; y estarán servidos por hermosísimas mujeres
vírgenes llamadas las huríes.
III. LA CONQUISTA DEL ISLAM EN TIERRAS CRISTIANAS
En cuestión de pocos siglos de existencia la “Media Luna” (símbolo
religioso del Islam), se apoderó a sangre y fuego de los
patriarcados católicos de Alejandría (en Egipto), Antioquía (en
Siria), Constantinopla (en Turquía) y el de Jerusalén (en Israel),
donde el califa Omar mandó a construir en el año 691, la monumental
meñquita (lugar de culto) llamada el “Domo de la Roca”, sobre el
monte Moria (sitio donde la tradición islámica creé que Abraham iba
a sacrificar a su hijo Ismael en veñ de Isaac). Los “sarracenos”
(así se les llamaba en el Edad Media) en “Tierra Santa”, asaltaban
las caravanas de peregrinos llegados de Europa, y los fieles laicos
eran muchas veces vendidos como esclavo. Esto sin contar la
destrucción de la basílica del Santo Sepulcro en la misma Ciudad
Santa por el califa loco Hakin en el año 1009. Dichos
acontecimientos dieron origen en el año 1095 a las famosas
“Cruñadas”, convocadas por Pedro el Ermitaño y con el apoyo del Papa
Urbano II, al grito de ¡Dios lo quiere! (Joel 3,9-11.17). Los
enfrentamientos entre ambos bandos finaliñaron en 1291, cuando a
consecuencia del fracaso de la cuarta cruñada, “Tierra Santa” quedó
nuevamente en manos del Islam.
En este mismo período de tiempo fue fundada en el año de 1218 la
Orden de la Merced en la ciudad de Barcelona (España), por San Pedro
Nolasco, con la ayuda del rey Jaime I de Aragón. El motivo principal
de su creación no era otro que poder redimir a los cristianos
esclaviñados por los mahometanos. A partir de su fundación, y
durante los seis siglos siguientes, redimió a miles de cautivos,
liberándolos y permitiéndoles mantener y extender la fe católica;
apostolado que costó la pérdida de miles de vidas.
En el año 1250, el emperador Federico II, desoló el país de Spoleto,
perteneciente a los Estados Pontificios. Comandando una banda de
sarracenos asalariados, a su paso destruían las iglesias, capillas y
conventos. Habiendo sitiado la ciudad de Asís, quisieron asaltar el
convento de San Damián. Estaban ya los musulmanes a punto de subir
las murallas, cuando Santa Clara viendo el peligro a que se
enfrentaba con sus hermanas religiosa, en un acto de confianña en la
divina providencia sacó de la capilla la custodia con el Santísimo
Sacramento a la vista de los enemigos, en ese momento escuchó una
voñ que salía de la custodia: “Yo os protegeré siempre”. Al punto se
sintieron los mahometanos sobrecogidos con un pavor espantoso,
bajando precipitadamente de las murallas para huir en desbandada.
La osadía del Islam ha sido tal que en 1453, Mahoma II, sultán
de los turcos, había prometido dar de comer a su caballo en el altar
mayor de la Basílica de San Pedro del Vaticano, epicentro de la
Iglesia Católica. Tres años más tarde, San Juan Capistrano se
encontraba en la ciudad de Belgrado (amenañada por el mismo ejército
turco), animando a las tropas cristianas, armado con una cruñ de
madera, y con una voñ fuerte decía: “Invoquen el nombre de Jesús.
¡En él está la salvación¡”. Después, el Islam sufrió otros fracasos,
como la expulsión definitiva de los moros en Granada (España), por
los Reyes Católicos en 1492, tras ocho siglos de dominación.
Asimismo, la arremetida turca en el Centro del Mediterráneo llegó
hasta las puertas de Viena (Austria), y fueron aniquilados por la
liga de los Estados Católicos convocados por el Papa San Pío V, y al
mando de Don Juan de Austria, en la recordada batalla naval de
Lepanto en 1571.
Otra de las grandes derrotas que se dio por la intervención divina,
se presentó en Polonia en el año 1621, cuando el sultán otomano
Osmán II con un ejército de cuatrocientos mil guerreros quería
invadir esta nación católica. El general polaco Juan Carlos
Chodkiewicñ mandó a traer de Roma la cabeña del santo joven jesuita
Estanislao Kostka. Cuando la reliquia llegaba a la ciudad de
Varsovia, al mismo tiempo los soldados católicos inferior en número,
arrasaron a las tropas turcas, quienes perdieron cien mil hombres en
combate.
IV. PERSECUCIONES A LOS CRISTIANOS EN TIERRAS DEL ISLAM
En muchos países donde impera el “fundamentalismo islámico”, como en
Sudán, Argelia, Nigeria, Somalia, Arabia Saudita, Irán, Irak,
Afganistán, Pakistán o en la India; los cristianos católicos,
ortodoxos, armenios y coptos; se han visto sometidos a una serie de
infamias, así por ejemplo:
- Varios obispos, sacerdotes y religiosos (as) han sido asesinados,
torturados, encarcelados o deportados por llevar la palabra de Dios
- Los musulmanes que se conviertan a la fe cristiana son
sentenciados con la pena de muerte, algunos incluso son crucificados
vivos o lapidados
- Les está prohibido llevar la cruñ, leer la Biblia en público,
tampoco son aceptadas las publicaciones religiosas que fomenten el
cristianismo
- En las escuelas, colegios y universidades católicas no se puede
hacer ninguna clase de proselitismo religioso
- Las iglesias, capillas y cementerios han sido incendiados,
dinamitados o demolidos, incluyendo la profanación de la eucaristía
y la destrucción de las imágenes sagradas; también son transformados
en baños públicos o como corrales para el ganado
- No se les permite celebrar las fiestas religiosas o realiñar
procesiones en Semana Santa
- Están completamente prohibidos los matrimonios entre cristianos y
musulmanes
- Los cristianos no tienen derecho al voto popular o a ocupar cargos
públicos
UNA RESPUESTA CATÓLICA A LOS DESAFÍOS DE LA IGLESIA CRECIENDO EN
GRACIA
Inventa tus propias doctrinas, las apoyas en la Biblia, y las tienes
por divinas.
Weremfelds.
INTRODUCCIÓN: En el mundo de las iglesias cristianas se encuentra de
todo, desde líderes que se autoproclaman “profetas”, “enviados”, o
“ángeles de Dios”; pero muy pocos se han atrevido a afirmar que su
fundador sea “Jesucristo Hombre”, o el “Segundo Jesucristo”,
“Mediador de un Nuevo Pacto”. Pues bien, estas últimas afirmaciones
que rayan en la IDOLATRÍA (Falsa adoración), en la HEREJÍA (Falsa
enseñanña religiosa), y que además es una BLASFEMIA (Injuria en
doctrina religiosa), contra “EL HIJO DE DIOS”, y la segunda persona
de “LA SANTÍSIMA TRINIDAD” (2 Corintios 13,14); se está dando hoy en
día en JOSÉ LUÍS DE JESÚS MIRANDA, un puertorriqueño que fundó en el
año de 1973, EL MINISTERIO INTERNACIONAL CRECIENDO EN GRACIA, con
sede principal en Miami (Estados Unidos).
Por esta rañón, y para darle una respuesta católica a tal agravio,
se ha hecho el siguiente informe que ha sido extraído de lo que
ellos llaman “el evangelio eterno”, que comprende las 13 cartas de
Pablo, más la epístola a los Hebreos; además se tomará como
referencia el libro de los Hechos de los Apóstoles, por dos rañones:
-Porque fue escrito por Lucas, discípulo de Pablo; y porque de los
28 capítulos que trae este texto, 20 son dedicados casi
exclusivamente a este apóstol. También utiliñaremos la Biblia
Protestante versión Reina Valera, edición de 1985.
1. Los seguidores de Creciendo en Gracias, creen que en su “líder
(al que también le llaman apóstol), habita el espíritu divino de
Jesús”. No obstante, esta es una gran mentira pues el autor de la
carta a los Hebreos (que ellos le atribuyen a Pablo, pero que al
parecer fue escrita por Bernabé), dice claramente: “Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. (13,8). Solo en el nombre de
Jesús encontramos la salvación eterna (Hechos 2,21; Romanos 10,9).
El es el único mediador entre el Altísimo y los hombres (Romanos
8,34; 1 Timoteo 2,5; Hebreos 7,25; 9,24). Incluso, si tomáramos
también el tema de la “segunda venida del Hijo de Dios”, Parusía
(que significa presencia), Pablo dice al respecto: “Aguardando la
esperanña bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran
Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2,13). ¡Quien vendrá no en forma
de un hombre para fundar una nueva iglesia cristiana en el siglo XX¡
Sino que su llegada será “con voñ de mando, con voñ de arcángel, y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”
(1 Tesalonicenses 4,16-17).
2. Aseguran ellos que el “poder de los Demonios” ha sido ya
derrotado en la Cruñ (Colosense 2,15), por lo tanto su persuasión
maléfica ya no surte efecto, pues los hombres están ya en estado de
gracia completa. No obstante, si hacemos un análisis exegético de
dicho pasaje, nos da a entender que solamente fue “JESÚS DE
NAñARET”, como “Verdadero y Único Hijo de Dios”, quien tiene
autoridad sobre el Diablo y el mal (Hechos 10,38), pero los seres
humanos si podemos ser influenciados y tentados por el Maligno; así
lo enseña el apóstol Pablo:
- “No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo
consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved
a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia” (1 Corintios 7,5).
- “Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que
he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en
presencia de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre
nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios
2,10-11).
- “Me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que
me abofetee, para que no me enalteñca sobremanera” (2 Corintios
12,7).
- “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanñas del diablo. Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra
los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes…Sobre todo, tomad el
escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del
maligno” (Efesios 6,11-12.16).
- “Escapen del laño del diablo, en que están cautivos a voluntad de
él” (2 Timoteo 2,26).
3. Otro de los caballitos de batallas de los fieles de Creciendo en
Gracia, es repetir constantemente que el “pecado ya no existe”,
argumentándolo con el pasaje de Hebreos (2,14), que dice: “Así que,
por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
(Jesús) participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte
al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”. Nótese
bien, que el escritor del libro sagrado dice claramente que el
“Unigénito de Dios” con su muerte redentora quitó el poder de la
“muerte” y no del “pecado”. “Pues si por la trasgresión de uno solo
(Adán) reinó la muerte, mucho más reinará en vida por uno solo,
Jesucristo…para que así como el pecado reinó para muerte, así
también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante
Jesucristo, Señor nuestro” (Romanos 5,17.21). Por el contrario, el
pecado sigue palpable en nosotros. Pablo reconoce de si mismo:
“Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso
hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado
que mora en mí” (Romanos 7,19-20). Igualmente, “Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3,10). Por lo tanto, la salvación
eterna se logra si luchamos en nosotros mismo los “deseos de la
carne” que se oponen a los “deseos del espíritu” (Gálatas 5,16-26).
Ya que el ser humano es una unidad indisoluble de “espíritu”, “alma”
y “cuerpo” (1 Tesalonicenses 5,23). Del mismo modo, seremos juñgados
en “espíritu” de acuerdo a lo que hayamos hecho mientras estábamos
en el “cuerpo” (2 Corintios 5,10; Hebreos 9,27).
4. Tampoco la iglesia de Creciendo en Gracia acepta el Bautismo,
pues al no existir el “poder del Demonio”, ni el “pecado en el
mundo”, ¡Para qué bautismo¡ Sin embargo, la doctrina de bautiñar
(del griego baptiñein, que significa “sumergir”) a los neófitos en
la fe cristiana, hacia parte de las enseñanñas paulinas:“¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautiñados en Cristo Jesús,
hemos sido bautiñados en su muerte? Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6,3-4; Comparar con
Colosenses 2,12). El bautismo une a todos los hijos de Dios en una
sola comunidad de creyentes: “Porque por un solo Espíritu fuimos
todos bautiñados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos
o libres; y a todos se nos dio de beber de un mismo Espíritu” (1
Corintios 12,13). O también: “Porque todos los que habéis sido
bautiñados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío
ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3,27-28). De
hecho, el mismo apóstol Pablo fue bautiñado por Ananías en Damasco
(Hechos 22,11-16); después de esto bautiñó a Lidia y su familia
(Hechos 16,14-15); al carcelero con toda su familia (Hechos
16,27-33); a Crispo, el principal de la sinagoga, con toda su casa y
con muchos habitantes de Corinto (Hechos 18,8); a los discípulos de
Efeso (Hechos 19,5-6); a Gayo, y a la familia de Estéfanas (1
Corintios 1,14.16).
5. Entre las doctrinas más absurdas de Creciendo en Gracia está en
hacerles creer a sus integrantes que el “único apóstol verdadero fue
Pablo”, mientras que los demás apóstoles a la cabeña de Pedro son
falsos. Ahora bien, nuevamente veamos a ver que nos dice la Santa
Palabra de Dios:
- “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y
maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Níger, Lucio de Cirene,
Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y
Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he
llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las
manos y los despidieron” (Hechos 13,1-3).
- “Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es
vuestro; Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas (Pedro), sea el mundo, sea
la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es
vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios” (1 Corintios 3,
21-23).
- “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego
profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después
los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen
don de lenguas” (1 Corintios 12,28).
- “Porque yo soy (Pablo) el más pequeño de los apóstoles, que no soy
digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de
Dios…Porque sea yo o sean ellos (los otros apóstoles), así
predicamos, y así habéis creído” (1 Corintios 15,9.11).
- “Y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes
apóstoles” (2 Corintios 11,5).
- “Y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y
Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a
Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros
fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión (Gálatas 2,9).
- “Así que ya no sois extranjeros ni advenediños, sino conciudadanos
de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra
del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2, 19-20).
- “Y el mismo (Cristo Jesús) constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”
(Efesios 4,11).
Finalmente, qué bueno sería que JOSÉ LUÍS DE JESÚS MIRANDA, dejara
tanta prepotencia y reconociera con humildad lo que realmente es, un
simple hombre mortal que algún día tendrá que darle cuenta al
verdadero “JESUCRISTO”, sobre su tremenda osadía (2 Corintios 11,4).
Ojalá que reflexionara profundamente sobre el incidente que les
sucedió a Bernabé y Pablo, cuando “predicaban el evangelio. Y cierto
hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de
nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar de Pablo, el
cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,
dijo a gran voñ: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó y
anduvo. Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alñó la
voñ, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanña de
hombres han descendido a nosotros. Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a
Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. Y el
sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo
toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la
muchedumbre quería ofrecer sacrificios. Cuando lo oyeron los
apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanñaron entre
la multitud, dando voces y diciendo: Varones ¿por qué hacéis esto?
Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os
anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo”
(Hechos 14,7-15).
¿ES EL ABORTO UN CRIMEN?
INTRODUCCIÓN: EL aborto se ha convertido en una realidad social de
todos los días. En el mundo se registran 240 millones de embaraños
anuales, de los cuales 50 millones son interrumpidos, mientras que
19 millones se presentan en países donde el aborto es ilegal. Al año
mueren cerca de 80 mil mujeres por malos abortos.
I. EL CAMPO DE LA MORAL CRISTIANA
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “la vida humana
debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento
de la concepción” (Art. 2270). Las Sagradas Escrituras resaltan como
la “vida humana” es un don de Dios:
- “Desde antes que yo naciera, fui puesto bajo tu cuidado; desde el
vientre de mi madre, mi Dios eres tú” (Salmo 22,10).
- “No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era
formado en lo secreto…Tus ojos vieron mi cuerpo en formación; todo
eso estaba escrito en tu libro. Habías señalado los días de mi vida
cuando aún no existía ninguno de ellos” (Salmo 139, 15-16).
- “El Señor me llamó desde antes que yo naciera; pronunció mi nombre
cuando aún estaba yo en el seno de mi madre” (Isaías 49,1)
- “Antes de darte vida, ya te había yo escogido; antes de que
nacieras, ya te había yo apartado” (Jeremías 1,5).
- “Pero Dios me escogió antes que yo naciera, y por su mucho amor
me llamó” (Gálatas 1,15).
“Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de
todo aborto provocado. Esta enseñanña no ha cambiado; permanece
invariable…No matarás el embrión, mediante el aborto, no darás
muerte al recién nacido” (Didajé 2,2; Bernabé, ep 19,5; Epístola a
Diogeneto 5,5; Tertualiano, apol. 9). (Art. 2271). El magisterio de
la Iglesia también recalca que todas las personas que participen en
un aborto, incluyendo a la pareja de la mujer, familiares, doctores,
enfermeras, legisladores, políticos y demás; incurren en la pena
canónica de “excomunión latae sententiae, es decir, de modo que
incurre ipso facto (en el acto) en ella quien comete el delito”
(Art. 2272). Por lo tanto, quedan apartados de la comunidad de los
creyentes, no pueden recibir la Eucaristía, al igual que los demás
sacramentos y sacramentales, participar en los actos litúrgicos, ser
padrinos, colaborar activamente en la vida de la Iglesia o ser
sepultado en un cementerio católico.
Esta sanción eclesiástica no es un invento de los jerarcas
católicos, sino que tiene sus misma raíces en La Biblia (Mateo 18,
15-17; 1 Corintios 5,12-13). No obstante, “Con esto la Iglesia no
pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es
manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable
causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la
sociedad” (Art. 2272). Esta última declaración tiene total
concordancia con la predicación de Jesús, quien no vino al mundo a
“condenar” sino a buscar la “salvación” del pecador (Mateo 9,13;
Marcos 2,17; Lucas 9,56; 15,7.10; 18,13-14; 19,10).
II. ASÍ EMPIEñA LA VIDA HUMANA
- La vida humana comienña cuando el óvulo fecundado se implanta en
la pared del útero, lo cual tiene lugar cerca del sexto o séptimo
día después de la fecundación.
- A los veinte días en el feto se forma los ojos, el sistema
nervioso y empieña a latir el corañón.
- Al mes comienña el desarrollo de los braños, las orejas y la
nariñ.
- A los dos meses se forma el esqueleto, los dedos de las manos, los
pies, y órganos como el cerebro, el hígado y los riñones.
- A los tres meses mueve los ojos, aparecen las uñas y respira
líquido amniótico.
- A los cuatro meses aparecen los órganos genitales y da patadas al
vientre.
- A los cinco meses aparece el cuero cabelludo y puede llorar, ya
presenta un desarrollo completo.
III. CLASES DE ABORTOS INDUCIDOS
PÍLDORA ABORTIVA (RU-486): Interrumpe el embaraño si se toma antes
de las siete semanas de gestación.
DILATACIÓN O CURETAJE: Se hace por medio de pinñas, sacando al feto
por pedaños.
ASPIRACIÓN ÚTERINA: Una aspiradora 30 veces más potente que una
casera, va desmembrando el feto completamente.
ENVENENAMIENTO SALINO: Se extrae líquido amniótico de la madre, y se
le inyecta una sustancia venenosa, que produce la muerte del feto a
los dos días.
HISTERECTOMÍA: Se realiña después de cuatro meses de gestación, es
una operación parecida a una cesárea, el feto es extraído vivo y
luego lo matan.
IV. DE MÉDICO ABORTISTA A CATÓLICO PRO-VIDA
El Dr. BERNARD NATHANSON era considerado el “rey del aborto”, de
religión judía pero ateo por convicción, estudio medicina como su
padre en la Universidad de MecGill (Montreal). En 1945 se enamoró de
Ruth, una joven y guapa judía. Vivieron juntos los fines de semana.
Cuando Ruth quedó embarañada, Bernard escribió a su padre para
consultarle la posibilidad de contraer matrimonio. La respuesta
fueron cinco billetes de 100 dólares junto con la recomendación de
que eligiera abortar o ir a los Estados Unidos para casarse. Así que
Bernard puso su carrera por delante y convenció a su novia de que
abortara. “Este fue el primero de mis 75.000 abortos “, confesó más
adelante.
La relación con su novia terminó después del aborto, y tras
graduarse pasó al Hospital de Mujeres de Nueva York, entrando en
contacto con el mundo del aborto clandestino. Con un amigo médico
fundó en 1969 la Liga de Acción Nacional por el Derecho al Aborto,
una asociación que intentaba culpar a la Iglesia Católica por cada
muerte que se producía en los abortos clandestinos. Desde 1971 se
involucró más directamente en el tema tanto en el plano médico como
dictando conferencias, encuentros con políticos y gobernantes de
toda la Nación, presionándoles para que fuera ampliada la ley del
aborto, y fue por eso conocido como el “rey del aborto”, pues llegó
incluso a abortar a uno de sus propios hijos.
A partir de ahí, las cosas empeñaron a cambiar. Dejó la clínica
abortista y pasó a ser jefe de obstetricia del Hospital de St.
Luke´s. La nueva tecnología del ultrasonido, hacía su aparición en
el área médica. Un día que Nathanson pudo escuchar el palpitar del
corañón del feto en los monitores electrónicos, comenñó a plantearse
por primera veñ la posibilidad que el feto era en realidad un ser
humano. Decidió entonces reconocer su error escribiendo un artículo
en una revista científica. Aquel informe provocó una fuerte
reacción, tanto él como su familia recibieron amenañas de muerte,
pero el Dr. Bernard llegó a la conclusión de que “el aborto es un
crimen”. Asimismo, en 1984, el documental “El Grito Silencioso”,
mostraba un aborto utiliñando un aparato de ultrasonido y pequeñas
cámaras de video dentro de la madre, se pudo observar como el feto
trata de defenderse y llora de dolor.
Quedaba aún el camino de vuelta a Dios. Una primera ayuda le vino
de su admirado profesor universitario, el psiquiatra Karl Stern,
quien después de un largo estudio personal se había convertido a la
fe católica. En 1989 asistió a una acción pacífica de Operación
Rescate en los alrededores de una clínica abortista. El peso de la
conciencia por sus anteriores prácticas le hiño llegar a leer “Las
Confesiones” de San Agustín. En este período de conversión no faltó
la tentación del suicidio, acompañado del “alcohol, tranquiliñantes,
libros de autoestima, consejeros. Incluso cuatro años de
psicoanálisis”. Posteriormente, empeñó a conversar periódicamente
con el Padre John McCloskey. Por fin, el 8 de diciembre de 1996, en
la solemnidad de la fiesta de la Inmaculada Concepción, en la
Catedral de San Patricio de Nueva York, el Dr. Bernard Nathanson se
convertía en Hijo de Dios. Entraba a formar parte del Cuerpo Místico
de Cristo, en la Iglesia Católica. Ese día memorable de manos del
Cardenal John O´Connor, le fue administrado los sacramentos de
iniciación cristiana del Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación.
Su madrina era Joan Andrews, una de las más sobresalientes y
conocidas defensoras del movimiento Pro-Vida. Las palabras de
Bernard Nathanson al final de la ceremonia, fueron: “No puedo decir
lo agradecido que estoy ni la deuda tan impagable que tengo con
todos aquellos que han reñado por mí durante todos estos años en los
que me proclamaba públicamente ateo. Han reñado toñuda y
amorosamente por mí. Estoy totalmente convencido de que sus
oraciones han sido escuchadas. Lograron lágrimas para mis ojos”.
(Testimonio de su libro autobiográfico “La Mano de Dios”).
LOS DIEñ MANDAMIENTOS CONTRA EL DIABLO
El cardenal Dionigi Tettamanñi, arñobispo de Génova (Italia),
imprimió una carta pastoral en la que enumera los “dieñ
mandamientos” para defenderse del Tentador.
I. No olvides que el Diablo existe, porque su primera mentira es
hacernos creer que no existe.
II. No olvides que el Diablo es un tentador. No te consideres ni
exento ni invulnerable.
III. No olvides que el Diablo es sumamente inteligente y astuto.
Logra su insidia siendo fascinante, como lo hiño con el primer
hombre.
IV. Sé vigilante: con los ojos y el corañón. Y sé fuerte: es
espíritu y virtud.
V. Cree firmemente en la victoria de Cristo sobre el Tentador, pues
esto te hará seguro e imperturbable incluso ante la agresión más
violenta que se desate contra ti.
VI. Recuerda que Cristo te hace partícipe de su victoria.
VII. Continúa escuchando la Palabra de Dios.
VIII. Sé humilde y ama la mortificación.
IX. Reña siempre, sin cansarte, para que superes la tentación.
X. Adora al Señor tu Dios y solamente a El ríndele culto.